Los nuevos objetivos oficiales del Pniec, 48% de renovables sobre el consumo final de energía y un 81% de electricidad renovable, ambos para 2030, "no se alcanzarán sin cambios profundos en nuestro modelo energético". Es la valoración, inequívoca, de la Asociación de Empresas de Energías Renovables, APPA, que advierte que las cifras incluidas en el Plan son "muy ambiciosas para un período de únicamente seis años", y que insiste (en varias ocasiones a lo largo del comunicado de valoración que ha difundido hoy) en que esos objetivos solo se alcanzarán con (1) "un profundo cambio de nuestra regulación", (2) un plan estratégico "igual de ambicioso" y (3) "medidas concretas que permitan atraer el alto volumen de inversiones necesarias" (el Gobierno mismo reconoce que para materializar el Plan van a ser precisas inversiones del sector privado por valor de más de 250.000 millones de euros).
José María González Moya, APPA Renovables: “los objetivos ambiciosos son una buena noticia para el sector, siempre y cuando vengan acompañados de una estrategia para alcanzarlos. Nuestro país cuenta con unos recursos renovables que lo sitúan en una posición privilegiada para acometer la transición energética y reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles, pero la realidad es que deben ponerse sobre la mesa medidas más concretas y atractivas para aprovechar estas energías si queremos alcanzar unas metas tan ambiciosas”
APPA advierte además que "la realidad de los últimos años se ha alejado de la senda necesaria" para alcanzar los objetivos que fija el Plan. Los problemas además son varios, según la Asociación: (1) la demanda no está creciendo como se preveía (y si no hay demanda, el sector no puede vender toda su producción y/o no va a estar interesado en instalar nueva potencia renovable); (2) los vertidos son cada vez más frecuentes (cuando hay demasiada generación y no suficiente demanda, el operador del sistema ordena parar máquinas, en este caso, desconectar placas solares o aerogeneradores, para que no haya problemas en el sistema, lo cual significa menos ingresos para el productor); (3) la energía eólica no mantiene un crecimiento acorde con los objetivos; y (4) el autoconsumo continúa su ralentización tras el máximo de potencia instalada anual alcanzado en 2022.
José María González Moya, APPA Renovables: “es fundamental que aceleremos en la electrificación de la demanda. No podemos mantener el contrasentido de importar combustibles fósiles y desperdiciar electricidad renovable, y esta transformación sólo la conseguiremos si apostamos por la electrificación, el almacenamiento y la flexibilidad de la demanda”
La mayor parte (37%) de la inversión prevista en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que supera los 300.000 millones de euros, le va a corresponder, según el Ministerio para la Transición Ecológica, al sector renovable, que deberá atraer unas "inversiones descomunales" -apuntan desde APPA- a un mercado eléctrico que ha arrojado precios bajísimos esta pasada primavera (13,67 euros el megavatio hora ha sido el precio medio de abril). “Las situaciones que hemos vivido en abril, con precios récord mínimos en el mercado eléctrico, no han tenido respuesta por parte del regulador -señala Moya-, lo que manda un mensaje claro a los inversores: si el precio cae, estarán solos".
"Si no se establece un marco regulatorio suficientemente atractivo para las nuevas inversiones -añade el director general de APPA-, es imposible que se materialicen, especialmente en el sector fotovoltaico, donde las compañías han experimentado ya este año los efectos que ha provocado un fuerte desequilibrio instalador entre tecnologías. Si no corregimos el desarrollo fotovoltaico, con más almacenamiento y más demanda en horas centrales del día, los proyectos fotovoltaicos sufrirán mucho en los próximos años”, concluye.
La electrificación, el gran caballo de batalla
La electricidad supone únicamente un 24,7% de la energía final (dato de 2023), por lo que, con ese 81% de objetivo -señalan desde APPA-, las renovables eléctricas sólo representarían el 20% de la energía final, siendo necesario cubrir el restante 28% (para alcanzar el 48% objetivo) con nuevos consumos eléctricos renovables, mayor cuota de renovables en el transporte y una mayor presencia de calor y frío renovables. Así, la Asociación alerta: "las renovables térmicas deberían multiplicarse por tres en los próximos seis años, algo que se antoja realmente complicado de llevar a cabo".
APPA considera que la electrificación y descarbonización de la industria es fundamental, así como el impulso de los biocarburantes, una mayor presencia del vehículo eléctrico y una apuesta decidida por las tecnologías renovables térmicas y también por los gases renovables, con el biometano como la solución más cercana en el tiempo para descarbonizar los procesos de altas temperaturas.
En este sentido, "resulta sorprendente -añade explícita la asociación decana del sector- la ampliación de los objetivos referentes al hidrógeno, tecnología aún alejada de su competitividad, cuando el biometano no sólo da solución a problemas existentes de residuos, sino que, adicionalmente, puede integrarse directamente en las infraestructuras de transporte y los procesos industriales existentes".
La oferta y la demanda en el discurso de APPA
«El mayor pico de consumo eléctrico de nuestro país se produjo el 17 de diciembre de 2007, con 45.450 MW de potencia consumida de forma instantánea. Desde entonces, hace ya diecisiete años, este valor no se ha superado. A pesar de ello, el PNIEC mantiene un objetivo de potencia fotovoltaica (incluido el autoconsumo) de 76 GW y de 62 GW de eólica, potencia que tendrá convivir, al menos en sus primeros años, con el parque nuclear existente. Esto obliga a un esfuerzo integrador que debe priorizar el almacenamiento, la electrificación y la flexibilidad de la demanda para dar cabida a toda esta potencia renovable.
El incremento de los objetivos en almacenamiento e hidrógeno contrasta con las dificultades que están teniendo las compañías para conectarse a las redes de transporte y distribución, siendo necesaria la eliminación de burocracia y la mejora en la tramitación de permisos para acelerar la integración de los nuevos proyectos. Adicionalmente, no sólo se debe priorizar la incorporación de almacenamiento, que permita integrar tecnologías que ahora mismo tienen problema de integración, también apostar por aquellas energías que, directamente, aportan firmeza y son gestionables como la biomasa»
La Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) concluye su comunicado de valoración del Pniec fijando las que considera prioridades. Hay que priorizar -concreta- las tecnologías más alejadas de los objetivos, "con subastas específicas", y hay que establecer "un marco regulatorio que proporcione seguridad frente a un mercado volátil, lo que es fundamental para atraer la inversión privada”.
Credenciales
Creada en 1987, la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) está integrada por más de 450 empresas y entidades que desarrollan su actividad en el sector de las energías limpias, constituidas en Secciones de las siguientes tecnologías: autoconsumo, biocarburantes, biomasa, eólica, hidráulica, marina y solar fotovoltaica.
Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Actualización 2023-2030)