La oenegé Ecologistas en Acción, que ya denunció en su día los intereses del comisario Miguel Arias Cañete, acaba de publicar en castellano el informe «Políticas precocinadas: un año de acceso privilegiado de las grandes empresas energéticas a los comisarios europeos para el clima». Según Ecologistas, este informe, que repasa las reuniones que han mantenido Cañete y Šefčovič con lobbies durante el primer año de sus mandatos, "viene a confirmar aquellas sospechas". En ese sentido, el estudio de Corporate Europe Observatory (CEO) señala que "las grandes empresas energéticas, sobre todo de combustibles fósiles, han disfrutado de un acceso privilegiado al comisario Cañete y al vicepresidente Maros Šefčovič, responsables de las políticas europeas de clima y energía".
El 74%
Así, el estudio de CEO establece que "un 74% de los encuentros con la industria energética para discutir políticas de clima y energía ha sido con empresas de combustibles fósiles, como Repsol, British Petroleum, E.ON o Shell". Según esa organización no gubernamental, Šefčovič tuvo 34 encuentros "con empresas contaminantes por cada una con el sector de renovables, mientras que, por cada reunión con organizaciones de energía renovable, Cañete mantuvo 22 con la industria de los combustibles fósiles". Según Belén Balanyá, de Corporate Europe Observatory, "estos datos son muy preocupantes, dados los temas de los que estos comisarios han sido responsables durante el último año: políticas sobre emisiones y mediciones de emisiones de vehículos, la unión energética, el sistema de comercio de emisiones y la próxima cumbre del clima de la ONU. La ciencia nos dice -explica Balanyá- que tenemos que reducir drásticamente las emisiones, impulsar las renovables y aumentar enormemente la eficiencia energética, pero esta comisión nos lleva por el camino contrario".
Según Corporate Europe Observatory, "las grandes empresas energéticas y otros grandes responsables del cambio climático han estado haciendo lobby intensamente durante el último año". Todo ello sucede en vísperas de la trascendental Cumbre sobre el Clima de las Naciones Unidas que tendrá lugar en diciembre de 2015 en París. CEO señala sin embargo otros dos factores clave del contexto energético europeo: el conflicto de Ucrania (tras el que estaría el control del gas, de gran demanda en el Viejo Continente, que debe importarlo, pues carece de este recurso) y el nacimiento de la Unión Energética.
CEO se queja de que los datos recogidos a partir de la información sobre reuniones que publica la Comisión Europea presentan "severos problemas, lo que complica su interpretación". Según la oenegé, un "encuentro" consiste en cada ocasión en la que una organización es nombrada en una agenda como participante en una reunión. Y, en ese sentido, CEO denuncia que las oenegés suelen ser recibidas en grupo, mientras que la industria tiene más fácil acceso a reuniones individuales. Según los datos que recoge este informe, "la industria representa el 72% de todos los encuentros, pero el 80% de todas las reuniones; mientras que organizaciones no gubernamentales y sindicatos representan el 22% de todos los encuentros, pero solo el 15% de todas las reuniones".
Miguel Arias Cañete "mantiene una vinculación estrecha -explica el informe de CEO- con la industria petrolera. Fue presidente de 2005 a 2011 de dos empresas del petróleo, Petrologis y Petróleos Ducar, fundadas por la familia de su mujer. Vendió sus acciones en 2014 tras ser nombrado comisario, pero su cuñado Miguel Domecq Solís Beaumont sige siendo el presidente" (en el momento de la venta, Cañete era Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de España). Sobre el particular, léase "el ministro del trasvase por cojones".
De los agentes de la industria de los combustibles fósiles, el gigante del petróleo BP (junto con E.On) tuvo el mayor número de encuentros, llegando a quince. Tras las dos, se fueron situando Statoil (con catorce encuentros), Shell, Engie e Iberdrola (con doce cada una de ellas), Gas Natural Fenosa (con once), Enel (diez), RWE (ocho), EDF y Eni (siete), Repsol y Vattenfall (seis), Fortum, Alstom y OMV (cinco). En cambio, según el análisis de CEO, "no se identificó ninguna reunión con empresas exclusivamente de energías renovables (es decir, sin contar a las empresas con algún interés en energías renovables que además tienen intereses en combustibles fósiles), mientras que solo se celebraron seis reuniones con asociaciones de energías renovables".
El número de encuentros divulgados por la Comisión ya nos da una idea -dice CEO en su informe- del grado de influencia que las grandes empresas energéticas tienen sobre las políticas de la UE de energía y clima. Sin embargo -añaden el informe-, el número de encuentros "es aún mayor cuando tenemos en cuenta que la mayoría de las reuniones de lobby se realizan con funcionarios de la Comisión de grado inferior al del director general, el comisario y sus gabinetes". CEO denuncia que esas reuniones "no figuran en ninguna parte y en muchos casos es imposible obtener una reseña". En julio de 2015, Alter-EU (de la cual CEO es miembro) presentó una solicitud de acceso a documentos para obtener la lista de reuniones con los funcionarios de la DG Clima. Pues bien, la DG Clima -denuncia CEO- se ha negado a proporcionar la información, alegando que tal documento no existe. Sin embargo, divulgar esta información es una cuestión de voluntad política, según esta organización no gubernamental, que pone un ejemplo: "cuando la misma petición se le hizo a la DG Fisma (Dirección General de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Unión de los Mercados de Captiales), publicaron una lista completa de reuniones mostrando que, por debajo del nivel del director general tuvieron 456 reuniones con lobistas".
Las farmacéuticas
Otro ejemplo -apunta el informe CEO- es la industria farmacéutica. Según el estudio elaborado por esta organización no gubernamental, la Comisión Europea tuvo de dos a diez veces más reuniones con las grandes empresas farmacéuticas a nivel de unidad que a nivel superior (reuniones publicadas en internet con comisarios, gabinetes y directores generales). El estudio pone más ejemplos: la DG de Salud y Seguridad Alimentaria y la DG de Industria tuvieron más del doble de reuniones con la industria farmacéutica a nivel de unidad que a nivel superior, mientras que la DG de Investigación e Innovación tuvo diez veces más reuniones con la industria farmacéutica a nivel de unidad que a nivel superior. No sería sorprendente pues -concluye el estudio de CEO- encontrar "un patrón similar para las reuniones de lobby de energía y clima celebradas con los funcionarios de grado inferior". CEO propone en su informe que "debería ser posible saber más sobre los contenidos de las reuniones registradas: el dossier específico debatido, los nombres de los lobistas individuales presentes y las actas de las reuniones". El informe aboga "por la prohibición a los funcionarios de la Unión Europea de reunirse con lobistas de las empresas contaminantes para discutir políticas de clima y energía". En ese sentido, Balanya ha señalado que "los que están causando el problema no son los que tienen que decidir cómo lo arreglamos".
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