Desde el Coordinador Eléctrico Nacional (CEN) se asegura que desde hace dos meses se viene desarrollado un plan de acción para que esto no afecte el suministro eléctrico ni en calidad ni en seguridad de servicios.
Se hace notar que al mismo tiempo que el eclipse afectará la generación eléctrica fotovoltaica, incluso horas antes y horas después de las 16:38 -hora estimada del fenómeno y que durará en su fase total dos minutos-, habrá un incremento de la iluminación del alumbrado público y en los hogares. Se prevé que la energía, equivalente a la suficiente como para suplir la mitad de la capital, Santiago, será cubierta por las centrales hidroeléctricas del sur del país y térmicas a gas.
En datos concretos, el CEN estima que en la norteña región de Atacama la pérdida de energía proyectada será de 1.150 MW.
En todo el país hay instalada una capacidad fotovoltaica cercana a los 2.400 MW, aproximadamente el 10 % del total de la matriz eléctrica.
El plan podría repetirse en 2020 cuando se prevé que otro eclipse solar oscurecerá Chile.