El llamado Proyecto Irlanda 2040 - Plan Nacional de Desarrollo 2018-2027, contempla, además de acciones en el campo energético y medioambiental, otras en el sector de la agricultura y en el de defensas contra las inundaciones.
Como primer paso del plan, se ha anunciado la creación de un nuevo fondo de acción climática con una inversión inicial de 100 millones de euros y un ingreso anual de 50 millones de euros.
Es interesante un párrafo del informe, en donde se explica: "Si bien Irlanda se enfrenta claramente a una tarea muy importante en la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero, cuyo perfil actual refleja la estructura particular de nuestra economía, se pueden tomar medidas ahora para posicionar a Irlanda y aprovechar los beneficios significativos de la realización de una economía baja en carbono".
"Por ejemplo –continúa-, esto incluye la creación de empleos verdes sostenibles, la producción sostenible de alimentos, la profundización de nuestra seguridad energética y la mejora del medioambiente".
Para ayudar a evitar el impacto del cambio climático, Irlanda pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80-95% para 2050, en línea con lo que la ciencia dice que se requiere.
Respecto al transporte público, se anuncia la introducción masiva de autobuses eléctricos a partir de 2019, mientras que en lo que se refiere a la eficiencia energética hogareña, se prevé que desde 2021, cerca de 30 mil a 45 mil hogares se incorporarán cada año a ese paradigma.