La primera edición de este programa está pensada "para empresas interesadas en promover la sostenibilidad en sus tres vertientes: ambiental, social y económica". El objetivo último de esta iniciativa -informa IceCyL- es apoyar el crecimiento de "proyectos empresariales relacionados con la producción renovable y sostenible de energía". En ese marco, la Aceleradora Vertical de Energías Verdes Æver plantea un reto a las empresas de Castilla y León: les pide que identifiquen "una necesidad sin resolver en el área de sostenibilidad, cuya solución, una vez validada, pueda llegar a mercado". Para ello, realizan dos sencillas preguntas: ¿qué estás dispuesto a aportar para ayudar a desarrollar esta solución? y ¿qué te gustaría recibir a cambio?
æver apoyará con recursos propios el desarrollo de la solución ganadora, asignando financiación, cobertura y difusión al mismo. Así, inyectará un mínimo de 4.500 euros al ganador del reto para apoyar el desarrollo de la solución propuesta y su puesta en marcha. Dicha cantidad podría incrementarse -adelantan desde IceCyL- hasta un máximo de 9.000 euros "en función del número de retos identificados, lanzados y resueltos satisfactoriamente".
Por su parte, las empresas colaboradoras cuyos retos sean resueltos podrán "cofinanciar" los desarrollos de las soluciones ganadoras "en el importe que se determine y que será identificado en la convocatoria específica de cada reto, en caso de que así lo consideren".
El plazo para recibir solicitudes y completar la documentación, ya abierto, permanecerá vigente hasta las 14.00 horas del día 15 de noviembre de 2024 o hasta que se agoten las plazas disponibles. Las compañías participantes pueden presentar hasta un máximo de 4 retos en la presente convocatoria.
Francisco Javier Cuasante, director de Æver: “el programa no es solo una oportunidad para avanzar en la sostenibilidad y en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sino también una ocasión excelente para que las empresas pequeñas, medianas y grandes encuentren una startup que dé respuesta a algún reto enfocado por ejemplo a reducir la huella de CO2 o los costes energéticos de las compañías”
Credenciales
Æver es una iniciativa promovida por Fundación Caja de Burgos y el Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León (ente público dependiente de la Junta de Comunidades de Castilla y León).
Su objetivo es "impulsar un ecosistema regional que permita desarrollar proyectos relacionados con la producción renovable y sostenible de energía, y con el desarrollo de tecnología y equipos vinculados, para ser más eficiente tanto en la generación como en el almacenamiento y el transporte de esta".
Según explica en su sitio en la red (aever.es), la aceleradora impulsa proyectos empresariales en la cadena de valor de las energías verdes: generación y consumo; desarrollo de tecnología; y almacenamiento y transporte.
"Impulsamos empresas (scaleups) -concretan desde Æver- con proyectos y tecnologías emergentes vinculados a las energías verdes, con un nivel de madurez estratégica mínimo, interesados en desarrollar su proyecto en Castilla y León".
La Fundación Caja de Burgos tiene como fines fundacionales el desarrollo económico y social de su ámbito de actuación que se llevará a cabo a través del fomento de la investigación, el desarrollo económico y la innovación, el impulso de la educación y, en particular, la de tipo financiero, la cultura, la sanidad y los servicios de asistencia social, la defensa del medio ambiente, el deporte, los proyectos y acciones de ayuda humanitaria, así como a través de todas aquellas actuaciones que, desarrolladas directa o indirectamente, tengan transcendencia económica y social. Los referidos fines de la Fundación representan la continuidad de la obra benéfico-social iniciada por Caja de Ahorros Municipal de Burgos. La Fundación declara una plantilla de 180 personas y 30 centros distribuidos por Burgos, Palencia y Valladolid.
En la actualidad sus fuentes de financiación son los ingresos que obtiene por el cobro de las actividades y servicios que desarrolla; el dividendo que recibe por las acciones que posee de Caixabank y los rendimientos por la gestión de su tesorería. De esta manera, el 51 por ciento de los ingresos generados de forma directa y el 49 por ciento provienen de las acciones de Caixabank.