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La Cámara de Comercio de Tarragona reclama la retirada del impuesto a las grandes energéticas
 

Se trata de una medida fiscal que "incidirá negativamente" en la competitividad de las empresas del sector industrial de Tarragona y que tendrá "graves consecuencias" para la supervivencia del complejo industrial de Repsol. En esos términos se manifiesta la presidenta de la Cámara de Comercio de Tarragona, Laura Roigé, a través de un comunicado que ha difundido la Cámara y que llega después de conocerse el anuncio del Gobierno de incluir entre los compromisos remitidos a Bruselas el mantenimiento, de "manera permanente", del impuesto a las energéticas y la banca, anuncio tras el que Respol -y según ha adelantado el diario El Mundo- ha elegido el Complejo Industrial de Sines, en Portugal, para invertir 15 millones de euros en un proyecto de hidrógeno renovable, movimiento que estaría en línea con las amenazas ya explicitadas por la compañía de deslocalizarse si el impuesto del 1,2 se mantiene.
La Cámara de Comercio de Tarragona reclama la retirada del impuesto a las grandes energéticas  

La Cámara de Comercio de Tarragona ha emitido un comunicado en el que "alerta del peligro que representa para la economía de las Comarcas de Tarragona que el gravamen en las empresas energéticas se convierta en definitivo". Laura Roigé, presidenta de la Corporación tarraconense, señala que se trata de una medida fiscal que "incidirá negativamente" en la competitividad de las empresas del sector industrial de Tarragona y que tendrá "graves consecuencias que pongan en riesgo la transformación y también la supervivencia del complejo industrial de Repsol. Y, por extensión, del sector petroquímico de Tarragona". En concreto, y según Roigé, "la decisión de convertir el gravamen en permanente condiciona seriamente la viabilidad de inversiones como el Ecoplanta o el electrolizador T-HYNET, los dos grandes proyectos de futuro de la compañía en el territorio, con unas inversiones de más de 1.100 millones de euros".

Un comunicado que llega días después de conocerse el anuncio del Gobierno de Pedro Sánchez, que ha incluido entre los compromisos remitidos a Bruselas el mantenimiento de "manera permanente" del impuesto a las energéticas y la banca. Conocido esto, Respol -según adelantaba el diario El Mundo- ha elegido el Complejo Industrial de Sines, en Portugal, para invertir 15 millones de euros en un proyecto de hidrógeno renovable; un movimiento que estaría en línea con las amenazas ya explicitadas por la compañía de deslocalizarse si el impuesto del 1,2 se mantiene (esa tasa solo se aplica a las empresas cuya "cifra de negocio" excede los 1.000 millones de euros). En este sentido, el importe neto de la cifra de negocio de Repsol ha rondado los 70.000 millones de euros en 2022 y 2023. La petrolera ha cerrado este último curso, 2023, con más de 3.000 millones de euros de "beneficio neto" y ha incrementado, entre enero y junio del corriente, las retribuciones a sus accionistas (el dividendo) en un 30%, con respecto al mismo período del año 2023 (el dato es de la propia Repsol).

"Es un tributo que ataca directamente la competitividad de nuestra industria frente a la de otros sectores y países, porque sólo se aplica en España. Y porque sólo se aplica a determinadas empresas", explica la presidenta, que añade que "hay que recordar que estas compañías ya tributan por sus beneficios, a través del impuesto de sociedades. Estamos hablando de un gravamen adicional, que sólo les afecta a ellas, incorporado de un día para otro con el pretexto de que sería temporal y extraordinario, y que les ha supuesto cientos de millones de euros adicionales a los que ya pagaban. Y que ahora, además, quiere convertirse en permanente". La petrolera presume de ser la compañía más gravada con el impuesto del 1,2% (según los datos que ha facilitado, ha pagado casi 800 millones de euros en estos dos años: 444 millones en 2023, correspondientes a 2022; y 335 millones de euros en 2024, correspondientes a 2023). En total, el Estado ha cobrado en concepto de impuesto del 1,2% correspondiente a 2023 a todas las energéticas a las que aplica un total de 1.164 millones de euros. Una sola compañía de ese sector, Repsol, ha declarado en 2023 un beneficio neto de más de 3.000 millones de euros (más de 7.400 millones de euros de beneficio neto en el último bienio, 2022, 2023). Y más aún: Repsol ha obtenido, en el primer semestre de 2024, un resultado neto de 1.626 millones de euros, lo que supone un aumento del 14,5% respecto al mismo periodo (el primer semestre) de 2023.

Repsol estaría manteniendo así en el aire inversiones para proyectos cercanas a unos 1.500 millones de euros que podrían afectar a proyectos en cartera del grupo en Euskadi, Tarragona (Cataluña) y Cartagena (Murcia). En el caso concreto de Tarragona, Repsol cuenta con un megaproyecto para construir una planta de valorización de residuos por un valor de 750 millones de euros. También en Tarragona, la energética prevé instalar, dentro de la estrategia de conversión de sus polígonos industriales hacia la descarbonización, el mayor electrolizador de España con una capacidad de 150 megavatios (MW), con una inversión de unos 300 millones de euros.

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