En su web, Cammesa desglosa la composición de la capacidad instalada renovable tanto por tecnología como por región. Así, la distribución en el primer caso -puede verse en el cuadro adjunto- otorga el lugar líder a la eólica (944 MW instalados), seguido de la hidráulica menor de 50 MW (505 MW), con la fotovoltaica en tercer lugar (317 MW) y finalmente con las bioenergías (164 MW).
Si el análisis es regional -de acuerdo a la distinción que se hace-, sobresale la Patagonia con 589 MW renovables instalados, que involucra las provincias más al sur del país: Santa Cruz, Chubut y Tierra del Fuego. Allí, claramente destaca la eólica -asimismo la mayor concentración por región-, con 542 MW instalados; el resto, 47 MW hidráulicos.
También puede resaltarse la posición que ocupa la región de Cuyo (La Rioja, San Juan y Mendoza), en segundo lugar por capacidad renovable instalada, 360 MW, y la mayor tanto en fotovoltaica como en hidráulica, con 172 y 188 MW, respectivamente.
Sin alcanzar la participación renovable legislada
Respecto del último informe mensual energético, correspondiente al pasado mes de marzo, dado a conocer por Cammesa, se refiere allí que la capacidad instalada total del país es 38.801 MW, aunque el total procedente de fuentes renovables se cifra en 1.725 MW, lo que representa 205 MW menos de los mencionados al comienzo de este artículo. Si en consecuencia se suma esa diferencia a la capacidad instalada total, el resultado obtenido es 39.906 MW, de ahí que se puede concluir que los 1.930 MW representan el 4,83 % renovable de la matriz energética.
Es oportuno hacer constar que de acuerdo con la Ley 27.191 de incentivo al desarrollo de Energías Renovables, al 31 de diciembre de 2017 la participación de dichas fuentes en la matriz debería haber alcanzado el 8 %.
Debe recordarse que pocos días atrás, la Secretaría de Energía anunció que los proyectos de energías renovables que entraron en funcionamiento desde 2016 alcanzaron los 1.024,3 MW de potencia instalada.