Esta disposición convertirá a Nueva York en la ciudad más grande del país en promulgar este tipo de prohibición y se unirá a unas 65 jurisdicciones de 7 estados del país.
Esta medida de prohibir los calentadores, estufas y calderas de agua a gas en todos los edificios nuevos afectará significativamente el desarrollo y la construcción de bienes raíces en la ciudad más grande del país y podría influir en cómo las ciudades de todo el mundo buscan reducir la quema de combustibles fósiles, que impulsan el cambio climático
Alrededor del 70 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de Nueva York proceden de los edificios. Según un estudio reciente del grupo de expertos RMI, este proyecto de ley ahorrará unos 2,1 millones de toneladas de emisiones de carbono de aquí a 2040, lo que equivale a las emisiones anuales de 450.000 coches. El proyecto de ley también evitaría la construcción de nuevas tuberías de gas a los nuevos edificios, lo que también significaría un ahorro.
Según el director municipal de la Oficina de Clima y Sostenibilidad de Nueva York, Ben Furnas, el alcalde Bill de Blasio firmará el proyecto de ley "con entusiasmo".
"Es un paso histórico hacia adelante en nuestros esfuerzos por alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 y reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles", dijo Furnas, y agregó: "Si podemos hacerlo aquí, podemos hacerlo en cualquier lugar".