Los datos, que aparecen en el octavo Sustainable Energy in America Factbook (el libro de datos de energía sostenible en Estados Unidos), presenta cómo se ha producido en el país una profunda transformación en la energía que todavía está en marcha.
Por ejemplo, entre otros datos que explican este cambio, aparece mencionado que las energías renovables a escala de servicios públicos recién estaban surgiendo en 2009, y ahora ganan contratos de generación por razones económicas. De hecho, el país norteamericano tiene hoy dos veces más capacidad de generación de energía renovable que hace una década. La capacidad solar, por caso, fue en 2019 ochenta veces mayor que a fines de 2009.
Las energías renovables proveen el 18 % del total de la energía eléctrica generada en el país; en 2010 era el 10 %.
Otro ítem es las tecnologías de almacenamiento, que ya representan una décima parte de su costo en el mismo año mencionado.
A la hora de comparar los llamados medidores inteligentes de electricidad se confrontan lo actuales 85 millones con los casi 10 millones que había entonces.
Por su parte, las opciones de eficiencia energética han proliferado, con programas federales que ayudan a que los electrodomésticos de alta eficiencia lleguen a mercados masivos, sumado a los códigos de construcción estatales que refuerzan la eficiencia de los edificios. Además, mientras la economía creció todos los años en la última década, el uso de energía disminuyó en cinco de los diez años. La productividad energética de Estados Unidos (PIB / consumo de energía) mejoró un 18 % entre 2010 y 2019, en beneficio de las empresas y de los hogares.
El desarrollo del gas natural como fuente de energía también es mencionado en el informe: el número de clientes residenciales de gas natural creció un 8 % en la última década, mientras que el consumo residencial general de gas aumentó un 5 %.