La gran hidráulica y el bombeo de agua han marcado precio máximo en 16 de las 24 horas del día de hoy. El Top 5, las cinco horas más caras de hoy, jueves, 2 de septiembre de 2021, llevan el sello del agua: 148 euros el megavatio hora a las diez de la noche del día de hoy (marcó el precio la hidráulica); 145 euros a las once (lo marcaron la hidráulica y el bombeo); 144,35 euros a las 21.00 horas (generación hidráulica de bombeo); 143,41 a las 20.00 (hidráulica); y 141,89 para la hora 24 (hidráulica). Precio medio del día: 140,23, el más caro de todos los tiempos. Una central hidroeléctrica produce un megavatio hora a razón de 3€, pero hoy lo está vendiendo a más de 140. El dato no es aleatorio o arbitrario. Procede del estudio Precios y Costes de la Generación de la Electricidad (Comisión Nacional de Energía, 2008). Según ese informe, generar entonces (en 2008) un megavatio hora hidroeléctrico en una central amortizada costaba tres euros (3€). Hoy esas centrales están 13 años más amortizadas, la gran hidráulica está generando probablemente a menos de 3 euros el megavatio en muchos casos y, sin embargo, está cobrando a razón de 140 euros el megavatio, un 4.600% de beneficio. Los precios de septiembre siguen la estela (de precios muy altos) que ha dejado tras de sí el mes de agosto, que es hasta ahora el más caro de la historia.
Menos demanda este año
La demanda de electricidad en agosto de 2021 en España ha sido inferior, según Red Eléctrica de España, a la demanda de electricidad registrada en agosto de 2019 (último año equiparable). Más aún: ha sido menor (la demanda de este mes de agosto trufado de récords) a la demanda registrada en agosto de 2018 y menor que la demanda de agosto de 2017 y menor que la del mes de agosto del 16 y menor aún que la del mes de agosto del 15. Es decir, que no ha sido el incremento de la demanda (porque no ha habido tal) el responsable de la escalada de los precios.
Más renovables que nunca
La generación de electricidad de origen renovable en agosto de 2021 en España ha sido mayor que nunca. El 42,5% de la energía eléctrica demandada ha salido de parques eólicos, campos fotovoltaicos, centrales termosolares, saltos de agua. El 42,5%, o cuatro puntos más que en agosto de 2020, cuando "solo" el 38% de la electricidad llevó el marchamo renovable. O catorce puntos más que en agosto de 2019 (28,1%, según datos siempre de Red Eléctrica de España). Es decir, que no ha sido la caída de la generación renovable la responsable de la escalada de los precios. Antes al contrario, en este agosto del 21 que acaba de concluir hemos producido más o mucha más energía limpia que en cualquier otro mes de agosto. [Véase abajo detalle por ejemplo, a efectos comparativos, de los últimos días de 2019 y 2021. La aportación renovable en el mes de agosto de 2021, todos los días sin excepción, ha sido mayor que la aportación renovable en el mes de agosto de 2019].
Sí ha subido el precio de la tonelada de CO2, que cotizaba a casi 28 euros en septiembre del año pasado y en este mes de agosto que acaba de concluir ha estado a una media de 56,63 euros tonelada. Las centrales térmicas de ciclo combinado que queman gas natural para producir electricidad emiten CO2 en ese proceso, y tienen que pagar por ello, pagan porque contaminan. Y lo que están haciendo las centrales de ciclo combinado es repercutir ese coste en sus ofertas, de modo tal que, al final, el que paga la contaminación es el consumidor final (pago en forma de impacto en el aparato respiratorio, pago en forma de euros por megavatio y pago en forma de cambio climático).
El gas también ha subido de precio. Y el gas es la materia prima que emplean las centrales térmicas de ciclo combinado para generar electricidad. Hoy está a 52,33 euros el megavatio hora. Hace un año, a 14,83. ¿Explica ese dato -su precio se ha más que triplicado- la subida del precio de la luz? El gas no ha producido más que el 18% de la electricidad de agosto. El otro 82% ha sido generado en centrales nucleares, hidroeléctricas, termosolares, de biomasa, etcétera, etcétera. El precio del megavatio hora de hoy (140,23 €) también más que triplica el de hace un año (entonces era de 44,20). Volvemos a lo mismo: el gas no ha producido ni la quinta parte de la electricidad.
En agosto de 2021, el gas de los ciclos combinados solo ha producido 4.076 gigavatios hora. En agosto del año pasado produjo más: 5.529, y eso que estábamos en lo peor de la pandemia. Pero es que, un año antes, en agosto de 2019, de los ciclos combinados que queman gas natural para producir electricidad salieron 7.389 gigavatios hora, un 80% más que este año. Del total de la electricidad generada entonces, el gas supuso un 32%. Este año, como se dijo, el 18%. ¿Explica la subida del precio del gas la escalada del precio de la electricidad?
Vayamos a un ejemplo sencillo
Si en la cesta de la compra incluimos tres productos (pan, leche y manzanas), que nos cuestan a razón de 100 euros cada uno (100 euros el pan, 100 la leche y 100 las manzanas), pagaremos 300 euros en total. Si resulta que al día siguiente uno de esos productos (la leche, por ejemplo) sube de precio un 100% y empieza a costarnos 200 euros, pagaremos 400 euros en total: 100 por el pan, 100 por las manzanas y 200 por la leche. En conjunto, habremos pagado un 33% más que el día anterior.
En el caso de la electricidad no sucede eso. En el caso de la electricidad, sube una de las fuentes de energía eléctrica (el gas, que triplica precio en un año) y por eso -según algunos analistas- sube la electricidad toda, que triplica precio en un año. Es como si al subir un 100% la leche, debiera subir un 100% el precio de la cesta toda, y si ayer la cesta toda costaba 300, hoy debiera costar 600 (y no 400, que es lo que nos costaría si atendemos solo al incremento del precio de uno de los productos, la leche).
Otros analistas consideran que el responsable de la subida brutal del precio de la luz es el mecanismo de conformación de precio que el legislador ha ideado para el mercado de la electricidad. El legislador ha establecido unas reglas del juego según las cuales hay una subasta (se subasta la cantidad de megavatios hora que va a necesitar el país para funcionar ese día), y en esa subasta las tecnologías van ofertándose, y cuando casan la oferta y la demanda, el precio del último megavatio hora es el precio que deben cobrar todos los MWh.
Al pagarlo todo al coste de la leche, la electricidad toda sube su precio de manera desorbitada. "Es el disparatado diseño del mercado eléctrico, que conduce inevitablemente a que paguemos 100 por lo que cuesta 1", ha dejado escrito el profesor Jorge Fabra en este imprescindible hilo de Twitter. En él, el economista, expresidente de Red Eléctrica de España, viene a postular que las fuentes de electricidad, aunque todas generen lo mismo (electricidad), prestan servicios muy distintos y que no tiene sentido pagar todos esos servicios por igual.
Las centrales hidroeléctricas, por ejemplo, prestan servicios de regulación y almacenamiento, y su arranque es casi instantáneo; la nuclear aporta inercia al sistema, pero produce externalidades negativas; y las térmicas prestan servicios de regulación, si bien "sus emisiones de gases con efecto invernadero constituyen una grave externalidad negativa", señala Fabra, pero que sea "el coste del servicio prestado al sistema y a los consumidores por las centrales de gas el que determine los precios (...) es, simplemente, una aberración contraria al estado del arte".
"No es el marginalismo el problema del mercado eléctrico, sino su diseño, que pone en competencia servicios desiguales (...). Y poner en competencia servicios desiguales -continúa el profesor-, prestados desde infraestructuras extraordinariamente diversas que funcionan con costes tan distantes como el 1 del 100, unido a la dinámica marginalista de todo mercado, es la causa de que paguemos todo a 100".
Y así concluye su hilo el profesor Jorge Fabra
«Desde algunas instancias se argumenta que el derecho comunitario impide una reforma que rediseñe el mercado eléctrico. Tal cosa es discutible pero, en cualquier caso, cabría exigir que los esfuerzos para interpretar las normas europeas se hicieran en una dirección más positiva… No puede haber interpretaciones jurídicas contrarias a la teoría económica y a la técnica. Se trata justamente de lo contrario. Las normas jurídicas deben ser interpretadas a la luz de la ciencia. Y si no pudiera ser así, la norma debería ser cambiada. Estaría mal hecha». Jorge Fabra
Para colmo, y más allá del gas, a la fiesta del "disparatado" mercado eléctrico se ha unido la hidráulica, que está aprovechando la coyuntura para especular: coste de oportunidad le dicen. El planteamiento, como contábamos hace unos días, es el siguiente: la hidráulica estima “a cuánto puede ofertar el gas para cubrir costes y obtener un margen de beneficio” y, una vez hecha esa estimación, los operadores de las centrales hidroeléctricas (Iberdrola, Endesa y Naturgy) ofertan en la subasta un ápice por debajo de lo que puede ofertar el gas y se adjudican el megavatio.
Por ejemplo, la hidráulica estima que el gas (habida cuenta de lo que ha subido su precio en los mercados internacionales) podría ofertar a 141 euros el megavatio hora (141 porque si oferta por debajo no cubre costes). Pues bien, los operadores de las centrales hidroeléctricas van y dicen: pues yo puedo generar ese megavatio hora a 140 euros… y se lo adjudican.
La hidráulica cobra 140 euros por ese megavatio aunque la hidráulica está produciendo ese megavatio hora a 3 euros (eso es lo que le cuesta generar un megavatio hora a una central hidroeléctrica, que no tiene que comprar gas en los mercados internacionales para producir electricidad, ni tampoco va a emitir CO2 en ese proceso, porque el agua es una fuente renovable y limpia de energía). Es decir, que la hidráulica aprovecha la subida en los mercados internacionales del combustible que utiliza su competidor (el gas) para hacer el agosto.
Y lo hace porque puede. Porque la hidráulica puede mantener el grifo cerrado y no soltar el agua que mueve la turbina hasta que el precio de la subasta sea lo suficientemente atractivo, o elevado. Es lo que algunos llaman coste de oportunidad y otros denominan especulación. Especulación con un bien público, el agua. Agua cuyo uso obedece además a una concesión del Estado.
¿Conclusión?
El legislador ha ideado un mercado eléctrico, y ha establecido unas reglas determinadas, según las cuales el precio 140,23 que cerró la subasta de ayer, el precio último, el precio que casa la demanda con la oferta, es el precio que cobrarán todos los megavatios. Todos, todos, todos los megavatios van a cobrar a razón de 140,23 €. ¿Resultado? Como bien apuntan por ahí algunos analistas, estamos pagando panga a precio de caviar.
¿Otro resultado? Todos los generadores están contentos (unos más que otros, pero todos contentos): el gas (porque repercute en ese precio sus costes crecientes: combustible y CO2), las renovables (las que participan en ese mercado, porque hay muchas renovables que tienen un precio previo tasado y no participan ahí) y, por fin, la nuclear (que produce aproximadamente el 20% de la electricidad que usa cada año este país) y la gran hidráulica (que produce aproximadamente el 15%).
Según Red Eléctrica de España, que es el operador del sistema eléctrico nacional, actualmente hay en el país 17.098 megavatios de potencia hidráulica. Iberdrola controla 9.715. Endesa, 4.793. Naturgy, 1.951. O sea, que tres empresas manejan los grifos de 16.459 megavatios hidro, el 96,2% del total. Pues bien, Iberdrola, Endesa y Naturgy, que son también por cierto propietarios del 100% de la potencia nuclear (más de 7.000 megavatios), controlan 15.000 de los 26.000 megavatios de gas natural que hay instalados en España.
O sea, que saben muy bien a qué precio puede ofertar el gas.
¿Por qué le interesa a Iberdrola por ejemplo (o a Endesa, o a Naturgy, da lo mismo) vender más megavatios de hidráulica que de gas? Pues porque el margen de beneficio es mucho mayor. Según el estudio antes citado, Precios y Costes de la Generación de la Electricidad (Comisión Nacional de Energía, 2008), generar entonces (en 2008) un megavatio hora hidroeléctrico en una central amortizada costaba 3 euros. Hoy esas centrales están 13 años más amortizadas, la gran hidráulica está generando probablemente a menos de 3 euros el megavatio en muchos casos y, sin embargo, está cobrando, por obra y gracia de un legislador que ha elegido unas ciertas reglas del juego, a razón de 140 euros, un precio que está fijando además precisamente ella, la hidráulica, en el mercado.
Más aún: el agua ha marcado precio máximo en 16 de las 24 horas del día de hoy, y, más concretamente aún, el precio de las cinco horas más caras de hoy, jueves, 2 de septiembre de 2021, lo han fijado los señores del agua, que nos va a cobrar hasta 148 euros el megavatio hora a las diez de la noche del día de hoy. Esos cinco precios los ha marcado la hidráulica. Lógico. El margen que hay entre los 3€ de generación (que es lo que le cuesta a una central hidroeléctrica producir un megavatio hora) y los 140 del mercado mayorista es mucho mayor que el margen que puede haber entre los 50, 60, 70, 80, 90 € de generación de un ciclo combinado y los 140,23€. Por eso a Endesa, Iberdrola y Naturgy les interesa más generar en pantanos que con gas.
«Toda concesión se otorgará según las previsiones de los Planes Hidrológicos, con carácter temporal y plazo no superior a setenta y cinco años. Su otorgamiento será discrecional, pero toda resolución será motivada y adoptada en función del interés público». Artículo 59 de la Ley de Aguas
En función del interés público.
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