En concreto, de acuerdo con las cuentas medioambientales del INE, en 2017 las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera aumentaron un 3,8%, las de metano un 0,9% y las de óxido nitroso un 4,1%. Las emisiones de CO2 fueron las que más contribuyeron al aumento de la tasa de variación anual, aportando 3,116 puntos al crecimiento. En sentido contrario, las de otros GEI –hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6)– se redujeron un 21% y tuvieron la mayor influencia negativa (–0,769 puntos).
Los sectores que más aumentaron sus emisiones de GEI el año pasado fueron el suministro de energía eléctrica, gas, vapor, aire acondicionado y agua (un 12,2%) y las Industrias extractivas
(6,6%). En los hogares aumentaron un 1%. Por el contrario, agricultura, ganadería, selvicultura y pesca fue el sector que más las redujo (–7,7%).
La industria manufacturera concentró el 24,7% de emisiones (77,8 millones de toneladas); el suministro de energía eléctrica, gas, vapor, aire acondicionado y agua un 23,1% (67,3 millones); y los hogares un 20,9% (68,4 millones). En conjunto, estos tres sectores representaron el 74,8% del total de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Por su parte, la agricultura, ganadería, selvicultura y pesca emitió las mayores cantidades de metano y óxido nitroso. En concreto, el 59,5% del total de CO2 equivalente de metano y el 76,1% de óxido nitroso.