La retribución de la actividad de distribución representa, aproximadamente, el 30% de los costes regulados del sistema eléctrico, según indica la CNMC en un comunicado. El informe de la CNMC compara la evolución de la posición financiera y el rendimiento para cada empresa entre 2013 y 2016 y analiza su situación económica-financiera, en términos de inversión, rentabilidad y apalancamiento.
El periodo objeto de análisis es especialmente relevante –señala la Comisión– porque permite observar el impacto en la posición financiera y el rendimiento de cada distribuidora de los cambios introducidos en el marco de la retribución de la actividad (Real Decreto-ley 9/2013 y Real Decreto 1048/2013). Durante dicho periodo, el activo total de estas empresas se mantiene en, aproximadamente, 34.000 millones de euros; y las inversiones en inmovilizado material superan los 1.000 millones de euros anuales, alcanzando los 1.160 millones de euros en 2016.
El importe neto de la cifra de negocios creció de 5.214 millones de euros en 2013 a 5.471 millones de euros en 2016 motivado, principalmente, por el incremento de los ingresos regulados de la distribución eléctrica. Sin embargo, la CNMC destaca que estas empresas han reducido su personal en un 9%, pasando de 9.877 a 8.990 empleados. De igual forma, se ha producido un descenso significativo de los gastos de explotación durante el periodo 2013-2016, pasando de 1.348 a 1.139 millones de euros.
Rentabilidad económica superior al 10%
Además, se observa un incremento de la rentabilidad económica. Así, su ROI (retorno de la inversión) pasa del 6,57% en 2013 al 8,16% en 2016. La rentabilidad financiera se incrementa también durante el periodo pasando el ROE (ratio que mide la capacidad que tiene la empresa de remunerar a sus accionistas) del 8,84% en 2013 al 12,32% en 2016, situándose todas las distribuidoras por encima del 10%.
El marco retributivo actual establece una tasa de retribución financiera del 6,503%, que aplica sobre el valor neto de los activos en servicio a 31 de diciembre de 2014, valorados a coste de reposición. Adicionalmente, esta tasa aplica a los activos puestos en servicio desde el 1 de enero de 2015 valorados como la semisuma del valor auditado y el valor calculado aplicando los valores unitarios de inversión vigentes.
Por todo ello, la CNMC considera necesario, de cara al siguiente periodo regulatorio que comenzará el 1 de enero de 2020, revisar la tasa de retribución financiera de la distribución de energía eléctrica mediante una metodología que la adecue al coste de los recursos propios y ajenos de las distribuidoras, que han evolucionado a la baja durante el actual periodo regulatorio.