Isabel López Ferrer es oriunda de Asturias, e ingeniera, y madre, y fundadora de Izharia en 2010, y Premio Empresaria del Año 2018 por la Asociación de Mujeres Empresarias de Madrid, y Premio Europeo a la Mujer Emprendedora 2019 por la Asociación Europea de Economía y Competitividad. López Ferrer dirige una empresa en la que “generamos políticas y prácticas de conciliación e igualdad de oportunidades”, una empresa que preside una mujer (100%) y que ya va por el cuarenta (40% de ingenieras en una plantilla que ronda el centenar de profesionales). Isabel se define en su perfil de linkedin como “mujer del siglo XXI” y dice también allí –auténtica declaración de intenciones– tal que así: “creo en el cambio de centrales de generación que emiten CO2 por energías limpias”. Sí, Ferrer es todo eso, y es, también, presidenta de Mujeres sin Permiso, una “asociación de carácter laico que tiene como objetivo último la igualdad entre hombres y mujeres en todos los aspectos de la vida”, una asociación que quiere darle a la mujer “el lugar que le pertenece: el lugar de la igualdad social, jurídica, de tareas domésticas y de horas dedicadas a la familia y al ámbito profesional”. En la página de la asociación (mujeressinpermiso.org), Isabel colgó hace un año, a modo de presentación, una Carta Abierta. Aquí está. Porque no todo en la vida son kilovatios. Aquí está. Porque merece estar. Aquí está. Sin permiso.
«Mujeres Sin Permiso es una asociación formada por un equipo de mujeres, y cada una de nosotras ponemos nuestro granito de arena para poder darle a la mujer el lugar que le pertenece. El lugar de la igualdad social, jurídica, de tareas domésticas y de horas dedicadas a la familia y al ámbito profesional. Desde que tuve uso de razón siempre luché por la posición de la mujer en la sociedad, sin ser consciente de que luchando por mí misma también lo hacía por un colectivo más amplio.
Estudié Ingeniería, carrera eminentemente masculina, y cuando nacieron mis hijos tuve que pelear para me concedieran la reducción de jornada. Mi jefe decía que eso era para secretarias. Después sufrí la famosa conciliación, que no es otra cosa que hacer todo a la vez: madre, esposa y profesional. Evidentemente se resintió la parte profesional, porque la vida me hizo elegir y lo volvería a hacer, ya que me siento muy orgullosa de la familia que mi marido y yo hemos formado.
En esos momentos tenía un gran cargo de conciencia y sentía, según el día, que no llegaba a ser buena madre o que no daba la talla como profesional. Arrinconada en el mundo laboral por tener reducción de jornada mientras los hombres de mi alrededor progresaban, llegó el momento en que los hijos se hicieron mayores y decidí emprender mi propia empresa.
Mi marido me ayudó mucho, pero tengo que decir que con las herramientas e ideas de una época pasada, en la que él era un hombre avanzado y generoso.
Ahora estoy en un momento de serenidad familiar y me siento realizada profesionalmente. Desde mi empresa, Izharia, puedo apoyar a otras mujeres. Con un 40% de ingenieras llevamos a cabo proyectos complejos. El año pasado recibí el Premio a la Mujer Empresaria 2018 y recientemente el Premio a la Mujer Emprendedora Europea 2019.
Desde la Asociación colaboraré para ser un referente femenino para las mujeres que decidan estudiar carreras STEM [Science, Technology, Engineering, and Mathematics], así como para apoyar a todas, decidan lo que decidan.
Entre todas podemos y debemos cambiar el mundo, luchar por una justicia social que incluya la igualdad legal y real entre hombres y mujeres y reconocer el papel de la mujer como motor de la sociedad. Los países con más mujeres incorporadas al mundo laboral son los más ricos y están a la cabeza del mundo.
Con este fin ha nacido Mujeres Sin Permiso. Tenemos muchas ganas de apoyar a cada una de vosotras en los diferentes aspectos de la vida. Vuestros problemas son los de todas.
Mis compañeras de la dirección de la Asociación son mujeres profesionales que siempre han luchado por la igualdad y están dispuestas a darlo todo por esta idea. Me siento muy orgullosa de formar parte de este equipo, compuesto por Ana Díez (psicóloga), Carmen García Ubaldo (abogada), Carmen Muguruza (doctora en Geografía e Historia y profesora en la UNED), Soledad Sánchez-Cid (abogada matrimonialista y penalista especialista en Violencia de Género) y Teresa Tuero (secretaria legal y experta en conciliación familiar y laboral). Partiendo de este equipo y con incorporaciones a la Asociación de todas vosotras lograremos la igualdad».
Isabel López Ferrer, fundadora de Izharia, ha sido Premio Empresaria del Año 2018 por la Asociación de Mujeres Empresarias de Madrid y ha recibido recientemente el Premio Europeo a la Mujer Emprendedora 2019 por la Asociación Europea de Economía y Competitividad. Es, además, presidenta de la asociación Mujeres sin Permiso