Se trata de la segunda revisión que realiza la AIE sobre el país sudamericano, después de la primera, realizada en 2009.
Entre los elementos mencionados respecto a las condiciones objetivas para la mencionada evolución, se aduce que "las reformas se implementaron luego de la prolongada reducción del suministro de gas desde Argentina (desde 2004) y el terremoto de 2010, que interrumpió el suministro de energía y la transmisión de electricidad".
En ese sentido, se significa la geografía y dotación de recursos del país, de 4.300 km de largo y 177 km de ancho en promedio, con una cadena montañosa que lo vertebra, los Andes, y a la vez suministra "alto potencial para la energía eólica e hidroeléctrica, así como la geotérmica y, en el futuro, la energía oceánica". También se cita el norteño desierto de Atacama, que "tiene los mejores recursos solares del mundo".
Entre las condiciones creadas a partir de las reformas institucionales, se menciona la creación del Ministerio de Energía en 2010 como la Agencia Chilena de Eficiencia Energética y el Coordinador Nacional de Electricidad (ISO).
Otro elemento positivo que destaca el informe -que se puede leer aquí- es la existencia de una nueva legislación que "alienta la inversión en la generación de capacidad en todo el sector eléctrico", además de un "papel ampliado del estado en la planificación energética (que) ha ayudado a impulsar el desarrollo de proyectos, especialmente en la transmisión de electricidad". Se hace hincapié, del mismo modo, en que "el país ahora también tiene un sistema eléctrico nacional interconectado".
Entre las recomendaciones se citan:
- Asegurar un progreso hacia las metas de mediano plazo de la Política Energética de Chile 2050 con medidas concretas, considerando aumentar la ambición en cuanto a seguridad energética;
- Fortalecer el rol del gobierno con mayores poderes de planificación y consulta, así como ampliando la cobertura sectorial y la coordinación interministerial;
- Facilitar la integración de energías renovables variables al sistema eléctrico; y
- Limitar las emisiones de gas invernadero vinculadas a la energía, utilizando el potencial de la eficiencia energética.