La empresa constituida tiene carácter público mixto, encuadrado en el marco jurídico que otorga el Decreto Supremo 3738, tiene por objetivo la producción industrial de hidróxido de litio e hidróxido de magnesio, a partir de la salmuera residual del Salar de Uyuni, además del desierto de sal más extenso del mundo, posiblemente el mayor yacimiento de litio en la Tierra.
De acuerdo con un comunicado de ACISA, "la salmuera residual proviene de las piscinas de evaporación existentes, que fueron construidas para la producción de cloruro de potasio y carbonato de litio", y que no se podía reutilizar "con las tecnologías existentes. "El innovador proceso de ACISA -se asegura- permite producir hidróxido de litio apto para baterías muy competitivo y con un alto rendimiento en litio".
Según en el acuerdo, suscripto en Berlín entre el presidente de (YLB), Juan Carlos Montenegro, y de ACISA, Wolfgang Schmutz, el inicio de la producción de hidróxido de litio, destinado a la producción de cátodos, será aproximadamente a finales de 2021, mientras que a finales de 2022 se prevé el inicio de las operaciones de la segunda empresa mixta con la producción de baterías equivalentes a 10 gigawatts-hora (GWh) al año, suficiente para energizar a cerca de 350 mil vehículos eléctricos.
La sociedad establece una parte accionaria del 51 % para el Estado boliviano, a través de YLB, y 49 % para ACISA. Se afirma que "sobre la base del estudio de viabilidad, las inversiones ascienden actualmente a unos 300 millones de euros", mientras que se prevé una nueva ampliación de la capacidad.
La iniciativa creará alrededor de mil empleos directos y hasta 10 mil indirectos en Bolivia, en tanto que la transferencia de conocimientos incluye la formación y cualificación de los empleados.