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Soria, o cómo el penúltimo acaba siendo el idóneo

El exministro de Industria José Manuel Soria, que se vio obligado a dimitir tras revelarse que había tenido sociedades en varios paraísos fiscales, aprobó la oposición a Técnico Comercial del Estado en 1985. Se da la circunstancia de que en aquella oposición participó también Luis de Guindos, que quedó primero de su promoción. De Guindos dijo ayer que el Gobierno designó a Soria como candidato a ocupar el puesto de director ejecutivo en el Banco Mundial (BM) porque fue el mejor de los 10 que se presentaron al cargo (por cierto, en la oposición a Técnico Comercial en la que De Guindos quedó primero, Soria quedó penúltimo).
Soria, o cómo el penúltimo acaba siendo el idóneo

El exministro José Manuel Soria, que se vio impelido a dimitir por su implicación en el caso de los Papeles de Panamá, ejerció como funcionario durante solo cinco años. Soria abandonó la carrera funcionarial en 1989. A lo largo del último cuarto de siglo, este economista canario se ha volcado en una carrera política que le ha llevado a todas las administraciones: la local (fue alcalde de Las Palmas); la autonómica (fue vicepresidente del gobierno en Canarias); y la central (fue ministro de Industria, Energía y Turismo hasta abril). De Guindos justificó ayer la designación de Soria como candidato a ocupar el puesto de director ejecutivo del BM explicando que estas "son designaciones de naturaleza técnica. Sin intervención del Gobierno. No se trata de nombramientos políticos".

El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, se aferró ayer a los motivos técnicos para justificar que el Gobierno haya promovido a Soria a director ejecutivo del Banco Mundial (BM). De Guindos insistió una y otra vez en que ese puesto en el BM "no es ni ha sido nunca un puesto de carácter político, y de hecho -dijo- nunca ha sido ocupado por políticos, sino por funcionarios". El argumento no convenció a la oposición. Y es que, por muy mucho que Soria aprobase su oposición como Técnico Comercial del Estado allá por el año 85 (fue penúltimo de su promoción), lo cierto es que el perfil político del exministro parece más amplio y sólido (lleva más de veinte años representando al Partido Popular en todas las administraciones: en la alcaldía de su ciudad, en el gobierno de su región, y en el Ministerio).

Políticas
A pesar de ello, De Guindos insistió una y otra vez en alejar las motivaciones políticas de la candidatura de Soria. Lo hizo sin demasiada fortuna. Es más: en el pecado (en lo que dijo) lleva la penitencia. A saber: "la propuesta de los candidatos -explicó- compete al Ministerio de Economía, concretamente al secretario de Estado de Economía. Quiero precisar además -añadió- que es este quien tiene asignada la competencia sobre la representación en las instituciones y en distintos foros internacionales económicos y financieros, según establece el Real Decreto por el que se desarrolla la estructura básica orgánica del departamento". Pues bien, según el artículo siete de la Ley del Gobierno, las secretarías de Estado son órganos ejecutivos del propio gobierno, que es el que lógicamente elige a sus secretarios de Estado.

¿Motivos?
La explicación "técnica" de la designación tampoco parece muy congruente con el hecho de que, una vez hubo estallado el escándalo, el Gobierno decidiera pedir a Soria su renuncia. Veamos: si la designación del exministro de Industria vino de la mano de motivos estrictamente técnicos y tras un procedimiento de concurrencia en el que participaron diez candidatos más y del que Soria salió como el candidato idóneo ("otros candidatos también reunían los requisitos del puesto pero ninguno en la medida en que lo hacía el señor Soria", llegó a decir ayer, literalmente, De Guindos); y si, por otro lado, este no es un nombramiento político -como insistió el ministro una y otra vez-, ¿por qué pidió el Gobierno su renuncia a Soria? ¿Por motivos técnicos o por motivos políticos o por motivos mediáticos o por...?

Lo que dice la oposición
Así las cosas, a las explicaciones del ministro De Guindos -a veces incongruentes- siguió una catarata de duras críticas por parte de todos los grupos de la oposición. Para empezar, Pedro Saura, del PSOE, acusó al compareciente de haber mentido, a la par que señalaba que "si Soria no era idóneo para estar en el Gobierno, tampoco puede serlo para representar a España en el Banco Mundial"; Pablo Iglesias, de Unidos Podemos, recordó que el exministro de Industria "al menos hasta el año 2004 tuvo empresas offshore en Bahamas y en Jersey, ¿de verdad no encontraron a nadie mejor para representar a España en el Banco Mundial?". Por su parte, Antonio Roldán, de Ciudadanos, acusó al Ejecutivo de "mentir de forma sistemática para proteger un nombramiento de un amigo que es, a ojos de todos, inaceptable".

Repasamos la Era Soria

Tags: Offshore
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