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Alemania seguirá subvencionando la solar fotovoltaica durante los próximos años

Energiewende: ¿cómo es la política de transición energética alemana?

El Instituto Vasco de Competitividad (IVC) presentó en Madrid el pasado 15 de marzo el estudio «Implicaciones del Energiewende en el ámbito eléctrico». El estudio en cuestión -que analiza la política de transición energética emprendida por Alemania a principios de siglo, Energiewende- presenta datos tan interesantes como que (1) el Gobierno alemán tiene previsto seguir subvencionando la energía solar fotovoltaica durante el próximo quinquenio ó (2) serán las compañías eléctricas propietarias de las centrales nucleares las que costeen su cierre y desmantelamiento (el Gobierno ha programado el cierre total para 2022). [En la imagen, central térmica alemana].
Energiewende: ¿cómo es la política de transición energética alemana?

El presidente de Orkestra/Instituto Vasco de Competitividad, Emiliano López Atxurra (que es además presidente de Petronor), y el doctor ingeniero de Minas Eloy Álvarez Pelegry, coautor del estudio, acaban de presentar en Madrid, en el Club Español de la Energía, el informe «Implicaciones del Energiewende en el ámbito eléctrico». Elaborado por la Cátedra de Energía de Orkestra/IVC, el estudio continúa otro trabajo, elaborado en mayo de 2016 por esta misma Cátedra y titulado «La transición energética en Alemania (Energiewende). Política, transformación energética y desarrollo industrial». La información que entraña, sobre la denominada Energiewende, esta segunda entrega de Orkestra es tanta y tan jugosa que la despiezaremos en varias entregas. Esta es la primera.

"El Energiewende -explican los autores del informe- es el proyecto político-técnico-industrial de transición energética que ha iniciado Alemania y que previsiblemente durará décadas". Grosso modo, el Gobierno alemán quiere alcanzar una cuota renovable de generación de electricidad del 35% en 2020, del 50% en 2030 y de entre el 80% y el 95% en 2050. Con esos objetivos en el horizonte, el Ejecutivo alemán redactó en el año 2000 la Ley de Energías Renovables (Erneuerbare-Energien-Gesetz, EEG), una ley pro-transición en el marco de la cual está viendo la luz la nueva matriz eléctrica alemana. Dos apuntes sobre esa nueva matriz: la potencia solar fotovoltaica (FV) ha pasado de los trescientos megavatios registrados en 2002 (300 MW) a los más de 40.000 de hoy; y la potencia eólica, que computaba 12.000 megas a principios de siglo (año 2002) cuenta hoy con más de 55.000 (en 2002, el sistema eléctrico alemán tenía unos 120.000 megas de potencia, aproximadamente 20.000 de los cuales eran renovables).

Así las cosas, más de 100.000 de los 200.000 MW de potencia de que consta hoy el parque de generación de electricidad alemán son renovables
"Esta potencia -apuntan los autores- debe hacer frente a un pico de demanda de 83.700 MW": debe atender esa demanda hoy en día y, probablemente, también en 2030, pues todas las estimaciones indican que la punta de demanda de la Alemania de ese año será muy similar a la de hoy (así como la de hoy es por cierto muy similar a la demanda alemana de hace quince años). Y lo será, entre otras cosas, porque lo que sume el coche eléctrico o la electrificación de otras demandas de aquí a entonces lo restarán la tecnología y las medidas de ahorro y eficiencia. El caso es que, sea como sea ese futurible 2030, los primeros resultados de la transición energética emprendida por Alemania a principios de siglo ya están aquí. La generación renovable -apunta el informe- ha experimentado un crecimiento del 244% entre 2002 y 2016. Así, ese año, en Alemania, las tecnologías renovables fueron origen del 29,6% de los kilovatios producidos en el país (3,77% en 2001). 

Generación eléctrica bruta en Alemania en 2016

Simultáneamente, la generación de electricidad con combustibles fósiles (carbón, hidrocarburos y gas) ha caído un 3%
Más aún: si sumamos ese retroceso a la desconexión nuclear -impulsada con fuerza por Angela Merkel desde el año 2011- resulta que en Alemania la generación sucia ha caído 17 puntos (-17%, en total, entre 2002 y 2016). Si desglosamos, la generación con hulla ha caído cinco puntos y la de lignito, 17. A pesar de esas caídas, el carbón sigue pesando mucho en la cesta eléctrica alemana, tanto como un 45% del total. El peso que la hulla y el lignito continúan teniendo en el mix alemán "podría deberse" -explican los autores del informe- a que "los costes de generación de electricidad con estos combustibles fósiles, junto con los precios de los permisos de emisión, no han sido capaces de enviar las señales de precio que se esperaba de ellos". La excepción fósil es el gas, cuyo parque de generación también ha crecido. En todo caso, el gas solo aporta hoy el 14,1% de electricidad al mix alemán.

¿Y del futuro inmediato del parque generador en Alemania?
El futuro próximo del parque alemán se presenta razonablemente despejado, según el informe de la Cátedra Orkestra. Todas las nucleares deberán estar paradas el 31 de diciembre de 2022. Desde 2011 y hasta hoy se han desconectado diez reactores (el último de ellos, el pasado mes de enero), y de hoy a 2022 habrán de desenchufarse otros siete (9.444 MW de potencia). Según las leyes alemanas, "el coste del cierre y desmantelamiento de las centrales nucleares -recuerda el estudio- es responsabilidad de cada empresa". Además de la desconexión nuclear -apuntan los autores-, entre 2016 y 2019 está previsto el cierre de más de 2.000 MW de hulla y 1.000 de gas, y existe un "plan de cierre anticipado de centrales de lignito" mediante el paso previo a una reserva de capacidad (2.700 MW) para el período 2016-2023, si bien "el Gobierno no descarta el cierre anticipado de más centrales de lignito".

En las antípodas de ese futuro (futuro de clausura) está el porvenir de las renovables, que proponen el almacenamiento y la biomasa como respaldo
El aumento de la potencia ha sido espectacular en lo que va de siglo, según se apuntaba arriba, pero es que el aumento que se prevé de cara a los próximos años es igualmente formidable. "Teniendo en cuenta el tamaño del sistema eléctrico alemán y los objetivos de penetración de renovables establecidos -apuntan los autores-, los incrementos esperados en valores absolutos de potencia eólica y fotovoltaica desde el año 2015 a 2030 son muy importantes". A saber: de 45.000 a 73.000 MW de potencia eólica; y de 40.000 a 69.000 megas de fotovoltaica (FV). "También hay que destacar -señala el informe- el objetivo de seis gigavatios (seis mil megavatios) en almacenamiento eléctrico en el año 2030"; además, "es previsible que la biomasa tome un papel más relevante como energía de respaldo".

Potencia eléctrica neta instalada en Alemania en 2016

Según el informe de Orkestra/Instituto Vasco de Competitividad, los operadores de los sistemas de transporte alemanes vislumbran un escenario 2030 con una mayor potencia de fuentes renovables por diversas razones; y una de ellas es la paulatina incorporación de soluciones al hecho de que no es posible disponer de Sol o viento siempre que uno quiere. ¿Y qué soluciones son esas? Pues 4.000 MW de bombeos; 4.500 megas de baterías y 1.500 de almacenamiento power to gas, es decir, del orden del 7% de la potencia total (el power to gas es un eufemismo que agrupa tecnologías consistentes en aprovechar los excedentes de electricidad renovable para producir con ellos combustibles gaseosos, como el hidrógeno, que es el más extendido, en forma de pilas de combustible; este combustible puede también utilizarse posteriormente para la producción de calor o generación de electricidad).

¿Objetivo 2020? Factible
Así las cosas, y según los autores, el objetivo del 35% en renovables para generación eléctrica en el inminente año 2020 parece factible: "en Alemania se ha realizado una gran apuesta por las energías renovables y parece factible que se consiga cumplir el objetivo a 2020", apuntan. Los autores alertan sin embargo: "será necesario continuar con el esfuerzo para lograr los objetivos de renovables a 2030 y 2050". Respecto a la reducción de emisiones contaminantes, y a pesar de la presencia todavía muy relevante del carbón, "sí parece factible -continúa el informe- alcanzar los objetivos a 2020, siendo necesario continuar con los esfuerzos -matizan desde Orkestra- de cara a 2030". La red europea de operadores de sistemas eléctricos (European Network of Transmission System Operators for Electricity, Entso-E) estima que la demanda alemana de electricidad en 2030 será similar a la de 2002.

La oferta de electricidad alemana será sin embargo muy distinta
Fundamentalmente por los incrementos previstos de potencia eólica (de 45.000 a 73.000 megas) y fotovoltaica (de 40.000 a 69.000). Para animar esa dinámica de despliegue de nueva potencia verde, el Gobierno alemán trabajó primero con la Ley de Energías Renovables (Erneuerbare‐Energien‐Gesetz, EEG) del año 2000 (que ideó un modelo de primas) y trabajó a partir de 2014 con un modelo de promoción de la instalación de potencia renovable mediante subastas para instalaciones fotovoltaicas. Según el estudio que nos ocupa, "tras el éxito de las subastas [fotovoltaicas], la reforma de la Ley de Energías Renovables que entró en vigor el 1 de enero de 2017, estableció este mecanismo de incentivos para las energías fotovoltaica, eólica y biomasa". Son subastas específicas, para cada tecnología (fotovoltaica, o eólica, o biomasa) y su frecuencia -explica el informe- depende de la tecnología en particular: tres cada año para la fotovoltaica y entre tres y cuatro para la eólica terrestre y la biomasa.

Sí hay primas y sí va a seguir habiéndolas
Cátedra Orkestra lo explica en su informe: "los proyectos considerados de baja potencia -menos de 750 kilovatios en el caso de la eólica y la fotovoltaica, y de 150 kilovatios para la biomasa, continuarán recibiendo primas mediante feed-in-tariffs". Otra diferencia con las subastas españolas -subastas en Modo Nadal- es que el Ejecutivo alemán apuesta por favorecer la entrada de proyectos de cooperativas. Lo hace con diversas medidas. ¿Por ejemplo? Pueden recibir el máximo pago adjudicado en la subasta en lugar del ofertado. El modelo alemán se distingue asimismo del Modo Nadal en que tiene un calendario claro. Así, por ejemplo, en el caso de la FV, está previsto subastar anualmente 600 MW. El Gobierno alemán espera que a esos 600 megas se añadan otros 1.900 cada año "mediante pequeñas instalaciones remuneradas por feed-in-tariffs. El sistema de feed-in-tariff para solar fotovoltaica desparecerá -concreta el informe- una vez Alemania alcance una potencia total instalada de 52.000 megavatios", lo cual está previsto suceda en torno al año 2022-2023.

Otros datos reflejados en el informe de Orkestra/Instituto Vasco de Competitividad
Alemania es la economía con mayor producción eléctrica de Europa Occidental (con 648 teravatios hora al año frente a los 553 teras de Francia), la segunda mayor de Europa, tras Rusia, y la sexta mayor del mundo, tras China, Estados Unidos, India, Rusia y Japón, por orden de consumo. En el año 2003 Alemania se convirtió en exportador neto de electricidad. Desde el año 2012, todos los meses ha habido exportaciones netas, lo cual es debido -según los autores- a la necesidad de exportar los excedentes de energía renovable "ante las dificultades de asumir importantes reducciones de carga en la generación convencional". Y otro aviso: "la construcción de las nuevas líneas de transporte, que resultan vitales para el pleno despliegue del Energiewende, está teniendo lugar -alertan desde Orkestra- a un ritmo menor del previsto".

Las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) en 2015 fueron un 27% menores que las de 1990 (en España, en ese período, han aumentado más de un 15%). Las emisiones GEI procedentes de la generación eléctrica alemana suponen un tercio del total de las emisiones del país y descendieron por tercer año consecutivo en 2016 (hasta 306 millones de toneladas de CO2 equivalente, Mt CO2eq). Por su parte, las del transporte se mantienen en niveles de 1990, habiéndose reducido, entre 1990 y 2014 en la industria (283 vs. 187 Mt CO2eq) y en la vivienda (209 vs. 119). Según los autores del estudio, para que Alemania cumpla con sus Objetivos 2030, será necesario que el país realice "mayores esfuerzos" en la electrificación del transporte, la eficiencia energética y el uso de renovables en calefacción y refrigeración". Y mirando aún más lejos, los autores del informe consideran que si Alemania quiere cumplir el objetivo de reducción de la demanda a 2050 (del 25% respecto al año 2008) también "habrá que hacer mayores esfuerzos".

Del coste de la Energiewende (que está sostenida sobre la Tasa EEG, que pagan los ciudadanos alemanes en su factura de la luz) y del precio de la electricidad en aquel país (asuntos ambos que lógicamente también aborda este estudio) hablaremos en la segunda entrega de esta serie. Solo un apunte a modo de aperitivo: según los autores del informe «Implicaciones del Energiewende en el ámbito eléctrico», Eloy Álvarez Pelegry y Roberto Álvaro Hermana, lo ingresado el año pasado por esa vía -la Tasa EEG- fue menos que lo que importaron las subvenciones que recibieron las instalaciones renovables.

Baterías con premio en la gran feria europea del almacenamiento de energía
El jurado de la feria ees (la gran feria europea de las baterías y los sistemas acumuladores de energía) ya ha seleccionado los productos y soluciones innovadoras que aspiran, como finalistas, al gran premio ees 2021. Independientemente de cuál o cuáles sean las candidaturas ganadoras, la sola inclusión en este exquisito grupo VIP constituye todo un éxito para las empresas. A continuación, los diez finalistas 2021 de los ees Award (ees es una de las cuatro ferias que integran el gran evento anual europeo del sector de la energía, The smarter E).