"El Acuerdo de París es un marco sin precedentes para la acción global. Lo sabemos porque ayudamos a diseñarlo y hacerlo realidad. Su propósito es simple y amplio: ayudarnos a todos a evitar un calentamiento planetario catastrófico y desarrollar la resiliencia en todo el mundo a los impactos del cambio climático que ya vemos", expresó en un comunicado el secretario de Estado, Antony Blinken.
Como se recordará, entre los primeros actos realizados por Biden estuvo el firmar el reingreso del país a los acuerdos climáticos consensuados por una mayoría de naciones en la capital francesa en 2015, una de las promesas de campaña enunciadas en el primer debate que lo enfrentó cara a cara con Trump.
Por su parte, John Kerry, el representante para el cambio climático, un cargo de nueva creación en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC, por sus siglas en inglés), escribió en su cuenta oficial de Twitter: "Hoy es el día. Estamos oficialmente de regreso en el Acuerdo de París, nuevamente parte del esfuerzo climático global. Ningún país puede librar esta lucha por sí solo. Esperamos tener un año productivo y un éxito".
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, por su parte, que oportunamente ya había dado una "calurosa bienvenida" en enero pasado a la decisión de la nueva administración, dijo que este reingreso "es en sí mismo muy importante", tanto como el anuncio de que volverá a haber ayuda estadounidense en materia climática a las naciones más pobres, como prometió en 2009.
En ese sentido, vale citar el final de la comunicación del secretario Blinken: "Estamos volviendo a involucrar al mundo en todos los frentes, incluso en la Cumbre del Clima de Líderes del 22 de abril del presidente. Y más allá, estamos ansiosos por trabajar con el Reino Unido y otras naciones del mundo para que la COP26 sea un éxito".