El gigante contra el que combaten las energías renovables es formidable. Mide nada más y nada menos que 63.479 millones de euros. Ese es el tamaño de la factura que ha debido abonar España en 2023 por la compra de productos energéticos: petróleo y gas. Más de siete millones de euros vuelan cada hora que pasa (siete millones de euros por hora) a los pozos de Rusia, los emiratos árabes, Nigeria, Estados Unidos o Argelia, que son nuestros principales proveedores de crudo y metano. Frente a esa formidable dependencia energética de regímenes y compañías extranjeras, España ha construido a lo largo de las últimas tres décadas un sector -el de las energías renovables- que ahora mismo ya le está ahorrando a la economía nacional 20.000 millones de euros. Concretamente, las renovables nos han ahorrado en 2023 hasta 15.622 millones de euros en importación de combustibles fósiles (combustibles que antaño quemábamos para producir por ejemplo calor -energía térmica- o electricidad, combustibles que hogaño no hay que importar, porque esa electricidad o ese calor los producimos con la biomasa, el Sol y el viento patrios) y las renovables nos han ahorrado también en 2023 hasta 5.586 millones de euros en derechos de emisión de CO2, porque resulta que ni las placas solares ni los aerogeneradores tienen chimenea, como sí la tienen, por ejemplo, las centrales térmicas de ciclo combinado que queman gas natural (metano) para producir calor o electricidad.
El presidente de la Asociación de Empresas de Energías Renovables, Santiago Gómez Ramos, y el director general de APPA, José María González Moya, han sido los encargados de presentar este último Estudio Macro del sector, informe-radiografía anual del que hemos extraído todos los datos hasta aquí recogidos y unos cuantos más que vamos a ir desgranando a continuación: datos concretos y apuntes genéricos sobre la valía de unas fuentes de energía que no hay que importar, no hay que ir a buscarlas a ninguna parte, fuentes de energía autóctonas, made in Spain (el agua, el Sol, el viento, la biomasa), que independizan energéticamente a la nación y abaratan. Fuentes de energía (las renovables) que combaten (o en cuyo punto de mira están) los combustibles fósiles, cuya importación le ha costado a España en 2023 más de 63.000 millones de euros, como arriba apuntamos, y cuya quema produce además emisiones de gases de efecto invernadero, ergo cambio climático.
Hay pues mucho mercado por ganar. Porque menos del 25% del consumo de energía final en España es satisfecho con energías renovables. Por eso nos gastamos ese dineral en traer toda la energía (el 75% restante) que le hace falta a España.
Pues bien, sustituir combustibles fósiles (crudo y gas) por energía renovable (limpia) es la propuesta que hace el sector para que siga siendo posible su crecimiento, para que sigamos instalando en España parques eólicos y/o solares. Así, APPA propone por ejemplo electrificar el parque móvil nacional (ahora casi al 100% dependiente del petróleo); propone por ejemplo electrificar la calefacción en el hogar (sustituir el gas natural que usamos hoy en casa por bombas de calor); y propone por ejemplo emplear energía térmica renovable (en vez de energía térmica producida con gas) en muchos procesos industriales que ahora mismo queman metano para producir ese calor.
Para impulsar el sector de las energías renovables, APPA también propone aprovechar una cierta ventaja con la que cuenta España para atraer industria. ¿Qué ventaja? Pues que aquí la electricidad renovable es muy barata.
Lo que viene a decir la asociación es atraigamos a España industria electrointensiva con los precios bajos de electricidad que podemos ofertar: aprovechémonos de un sector -el nacional de las energías renovables- con experiencia y know how más que contrastados para atraer industria (no solo centros de datos) a territorio nacional, y que ello ayude a incrementar la demanda.
Porque esa es otra. La demanda de electricidad lleva 20 años prácticamente congelada en España. No crece. Y ello está produciendo en el sector una preocupación creciente. Porque está claro que, si no hay demanda... no va a haber interés (o el interés se puede relajar) por instalar nueva potencia de generación, por montar nuevos parques eólicos y/o solares.
Sobre el particular, Gómez Ramos, ha dicho que APPA valora "muy positivamente" el objetivo de incremento de la demanda de electricidad que ha fijado el Gobierno en su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima -Pniec- 2030 (el Gobierno quiere que, en ese horizonte, año 30, España haya incrementado su demanda eléctrica un 34% con respecto a la demanda de 2019).
Pero el presidente de la Asociación de Empresas de Energías Renovables ha venido a decir también que ese objetivo orientativo (el Pniec no es vinculante) hay que aterrizarlo. En línea con él se ha manifestado el director general de APPA, que ha conducido toda la presentación del Estudio.
José María González Moya, DG de APPA Renovables: "la verdad es que le cuesta a uno ver los brotes verdes, sobre todo por las políticas y las palancas que nos encontramos. El coche eléctrico no está creciendo al ritmo que quisiéramos; el despliegue de la bomba de calor está siendo despacito; la electrificación del sector industrial está siendo muy lenta; el índice de consumo industrial de Red Eléctrica no crece... Todo el alrededor no es bueno. Toda la foto que tenemos no es la más bonita. Sin embargo, me gustaría decir que sí que tenemos esperanzas de que esto cambie. Sabemos que somos un país de desmesuras con todo... y de repente igual nos encontramos con que dentro de unos años nos volvemos todos locos y sustituimos con aerotermia la caldera de gas, o cambiamos nuestro coche de combustión por un coche eléctrico. La historia dice que cambia mucho el asunto de un año para otro (...). Hay que encontrar las palancas para poder vender la energía que viene"
Otra de las quejas clave que ha elevado APPA durante su presentación ha sido la relacionada con la "permisología", o sea, la tramitación administrativa de las instalaciones, que se complica en ocasiones hasta el absurdo. "Para tramitar una batería, que no es más que un contenedor (porque las baterías están dentro de contenedores normales y corrientes), tienes que hacer prácticamente tanto papeleo como si se tratara de una central nuclear", ha dicho Moya. "El sector está lastrado fuertemente por los procesos de autorizaciones (...), todo el mundo de la permisología nos está lastrando mucho".
El presidente de APPA también ha lamentado la aparición de impuestos autonómicos en determinados territorios (en alusión a Aragón o La Rioja), actuaciones políticas que considera también "están afectando a la demanda y al desarrollo industrial".
Porque una industria que esté buscando un buen precio de la electricidad en España y se encuentre con ese impuesto añadido, impuesto que no va a encontrar en otros territorios, puede acabar buscando opciones en esos otros territorios o, lo que es verdaderamente preocupante, en otros países (Irlanda por ejemplo también está convirtiéndose en polo de atracción de centros de datos).
Lo que ha venido a plantear Gómez Ramos es que ponerle ahí un impuesto al sector es perder, neutralizar, la ventaja competitiva que, en el marco europeo, ahora mismo tiene la electricidad renovable made in Spain, más competitiva como se dijo por los dos motivos susodichos: tenemos un recurso (el solar) sin parangón en toda Europa, y tenemos un sector (el de las energías renovables) de dilatada trayectoria y constrastadísima experiencia. En todo caso, el crecimiento de la demanda es la clave, ha dicho Ramos.
Santiago Gómez Ramos, presidente de APPA Renovables: "hay que ir tomando medidas para que la demanda vaya creciendo y aportando riqueza. Y no se trata de que la demanda crezca porque sí. Lo que necesitamos es que crezca la demanda porque crece el país y que esa demanda sea más flexible (...). Lo que pedimos es que se tomen medidas para que se incentive la demanda, más transformación de consumos energéticos no eléctricos en consumos eléctricos... Electrificación es lo que reclamamos. Pero, bueno, somos optimistas. Creemos que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima marca el camino y pensamos que el camino está bien trazado"
A continuación, ocho titulares, ocho claves, del Estudio Macro de APPA 2024
1. El tamaño (potencia) del parque nacional de generación renovable ha crecido en España en el último quinquenio (2019-2023) casi sesenta puntos. En el país había 48.635 megavatios de potencia renovable instalados a 31 de diciembre de 2018; y hasta 77.712 megas de hidráulica, eólica, biomasa, termosolar, fotovoltaica... a 31 de diciembre de 2023, o sea, que en estos cinco años el sector ha añadido a su parque nacional treinta mil megavatios de potencia renovable más (+59,7%). La Asociación en todo caso alerta: ha caído la instalación de autoconsumos (de 2.500 megavatios en 2022 a 2.000 megas en 2023) y la instalación de potencia eólica (de casi 1.500 megavatios en 2022 a poco más de 700 en 2023).
2. Las fuentes renovables, que producen energía eléctrica, térmica (como la biomasa) o cinética (como los biocombustibles), han alcanzado una cuota del 23,8% del total de energía final bruta en 2023, máximo histórico. El horizonte 2030 no obstante parece lejos. El sector debe elevar esa participación hasta el 48% si quiere cumplir con el objetivo que para esa fecha ha fijado el Gobierno en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec). "El 23,8% lo hemos logrado en treinta años -comentaba ayer el director general de APPA, José María González Moya-, alcanzar el 48% lo tenemos que hacer en siete años", añadía.
Bajo estas líneas, el gráfico muestra la elevadísima dependencia energética de España. El país apenas produce el 23,8% de toda la energía que usa. Es decir, que más del 75% de la energía debe ser importada. La dependencia energética nacional española está alrededor de diez puntos por encima de la dependencia energética de la UE27.
3. La producción de electricidad renovable ha fijado también nuevo máximo histórico en 2023. La generación REN ha crecido más de quince puntos en 2023 (+15,1%), hasta alcanzar el máximo histórico de producción, con 134.321 gigavatios hora (GWh). Ello ha hecho posible que las renovables hayan sido la principal fuente de electricidad en el mix eléctrico nacional anual por primera vez en la historia, con un 50,3% (frente al 42,2% que alcanzó en 2022 o el 46,7% del 21, segundo mejor registro de todos los tiempos. Aquí la situación es similar a la antes descrita. El crecimiento de la cuota REN del mix eléctrico es extraordinario, pero alcanzar el objetivo que fija el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (81% en 2030) queda aún a treinta puntos vista, o sea, también muy lejos.
4. Además, las renovables han abaratado en 2023 el precio de la electricidad más que nunca antes. Según los datos facilitados por APPA, han rebajado el precio de la luz hasta 55,5 euros por cada megavatio hora. Dicho de otro modo, según APPA, si no hubiera habido renovables en el sistema, el precio medio diario del megavatio hora en el mercado mayorista nacional de la electricidad no se hubiese quedado (como así ha sucedido) en los 87,10 euros, sino que hubiese superado los 142. Conocido es el efecto depresor de la aportación renovable al mix desde hace muchos años, efecto que recoge con extrema claridad el gráfico siguiente, que muestra la producción (en gigavatios hora) arriba (línea roja) y el precio del megavatio hora (en euros) abajo (la línea verdosa). Cuanta más electricidad producen las energías renovables, más bajo es el precio, lo que queda manifiestamente expresado en esa especie de efecto espejo que aparece bajo estas líneas.
Pero ese efecto ha sido en 2023 mayor que nunca antes. Así, si en el año 2018 el efecto de abaratamiento del precio del megavatio hora que tuvo la generación renovable fue de algo más de 18 euros, en el año 2023, ese efecto se ha triplicado hasta alcanzar los 55,50 euros.
«Las energías renovables -explica APPA en su Estudio Macro, página 119- han reducido de forma significativa el coste de adquisición de la energía en el mercado diario de OMIE, con unos ahorros de 12.745 millones, lo que ha supuesto un abaratamiento récord de 55,50 €/MWh. La mayor generación renovable, que superó el 50,4% de la electricidad nacional en 2023, se tradujo en unos ahorros récord al reducir los precios de casación de la energía (...). Las renovables incrementaron su participación de 114,6 TWh a 132,4 TWh y, en paralelo, los precios del pool se redujeron de 167,52 €/MWh de media en 2022 a 87,10 €/MWh en 2023»
Si a ese ahorro en la factura que la ciudadanía tiene que pagar por su electricidad, le añadimos el ahorro en importaciones de crudo o gas (crudo o gas que no habremos de importar para generar electricidad porque esa electricidad ahora España la produce con viento y Sol) y, si a esos dos ahorros le añadimos además lo que el país se ahorra en comprar derechos de emisión de gases de efecto invernadero (los productores que queman gas para generar electricidad tienen que pagar por tonelada de CO2 que emiten y ese pago acaba repercutido en el precio final al que se enfrenta el consumidor); en fin, que, si sumamos todos esos ahorros, el ahorro total que producen las energías renovables en el sistema eléctrico ronda los 24.000 millones de euros. Si a esos ahorros le restamos un gasto: el de las primas que reciben las renovables (este año han importado 3.107 millones de euros, pues tenemos un ahorro neto de (las energías renovables le ahorran al país en electricidad) más de 20.000 millones de euros.
5. Nunca antes como en 2023 ha habido tanto empleo directo en el sector de las energías renovables en España. Según el Estudio Macro 2024 de APPA, que ha elaborado la consultora Deloitte, España ha cerrado este último ejercicio con 81.897 puestos de trabajo directos, 1.574 puestos más que un año antes. Es decir, que el sector ha contratado (empleo directo) a cuatro personas cada día del año pasado (4,3, para ser exactos). Cae sin embargo el empleo indirecto, "debido a un menor ritmo instalador en autoconsumo y eólica". El volumen total de empleo en el sector (directo e indirecto) supera los 127.000 puestos de trabajo, segundo mejor registro de todos los tiempos.
6. Las primas que ha percibido el sector en 2023 (las primas son retribuciones específicas adicionales que perciben ciertas tecnologías porque no emiten CO2) han sido las menos onerosas de los últimos diez años. Porque esas ayudas que estableció el Gobierno en un momento histórico dado (las estableció para impulsar tecnologías entonces menos maduras y más caras, pero mucho más sostenibles) han ido expirando. Y si en 2013 superaron con holgura los 6.000 millones de euros, en 2023 han caído hasta los 3.170 M€.
Santiago Gómez Ramos, presidente de APPA: "las energías renovables han recibido en 2023 un total de 3.170 millones de euros en retribución específica regulada, pero han generado en 2023 un ahorro en el mercado eléctrico de 12.745 millones de euros, lo que supone que el ahorro neto es de más de 9.500 millones de euros, lo que ha permitido a España disfrutar de una electricidad más competitiva que la mayoría de los países europeos, a pesar de nuestra situación de ser casi una isla energética. Lo que estamos viendo hoy es fruto de inversiones que empezaron hace décadas, con el impulso de la energía eólica en los años noventa, y de la minihidráulica, que fue el germen de nuestra asociación. Y lo que estamos viendo hoy es también que los apoyos iniciales a las renovables son temporales y los beneficios que generan se extenderán durante décadas"
7. El autoconsumo ha caído en 2023 un 30%. El sector instaló, como apuntamos antes, 2.500 megavatios potencia solar fotovoltaica para autoconsumo en 2022 y solo ha puesto en marcha 2.000 megas en 2023 (las estimaciones apuntan a que cerraremos 2024 con menos potencia aún). La caída registrada este año pasado se ha traducido, como también se apuntaba antes, en un recorte importante de empleo en este subsector. APPA estima que se han perdido casi cinco mil puestos de trabajo en estos doce meses.
8. La demanda de energía primaria se ha reducido en 2023 en España en un 7,8%, hasta situarse en los 110 millones de toneladas equivalentes de petróleo, TEPs. Ha sido la más baja de la década (año de la pandemia aparte). Y la demanda de electricidad en 2023 también ha sido la más baja de la década: 245 teravatios hora. Ello está produciendo, como decíamos al principio, gran preocupación en el sector, porque, si la demanda sigue bajando, ¿habrá interés por seguir instalando potencia renovable?
El presidente de APPA, Santiago Gómez Ramos, ha insistido en ese sentido en que el objetivo de incrementar un 34% la demanda eléctrica, recogido como se dijo en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima Horizonte 2030 es una meta “tan ambiciosa como necesaria”, pero ha recordado que ese objetivo va a tener que convivir con el desarrollo del autoconsumo (que tira a la baja de la demanda; un 3,2%, estima APPA) y con el impulso a la eficiencia energética (que también deprime la demanda).
¿Solución? La electrificación del parque móvil nacional (eliminaríamos así combustibles fósiles caros y extranjeros, que podrían ser sustituidos por electricidad autóctona, limpia y más barata, o por biocarburantes como el hidrobiodiésel o el bioetanol), la sustitución de calefacciones de gas por sistemas de calefacción eléctrica, y la implementación (en fábricas que ahora usan gas para producir el calor que necesitan en sus procesos industriales) de soluciones igualmente eléctricas (o térmicas renovables, como el biogás, la termosolar, la biomasa o la solar térmica).
Santiago Gómez Ramos, presidente de APPA: “debemos impulsar las renovables en todos los ámbitos, especialmente en usos térmicos y transporte. Para equilibrar oferta y demanda en el sector eléctrico, es necesario que pongamos medidas efectivas sobre la mesa para incentivar la electrificación de usos fósiles y atraer nueva industria electrointensiva que nos permita aprovechar todo nuestro potencial”
Eso sí: el presidente de APPA ha apostado por una electrificación tecnológicamente equilibrada. Ahora mismo el bum fotovoltaico está inyectando mucha nueva potencia de generación en el mix eléctrico nacional ("cerraremos 2024 con cinco o seis mil megavatios fotovoltaicos más", ha dicho Moya), pero toda esa potencia de generación produce electricidad a la vez: en horario solar. Y es tal la acumulación de generación fotovoltaica que, al haber tanta oferta tan concentrada, los precios se están derrumbando en ese horario -el solar-, lo cual está empezando a desincentivar a nuevos agentes promotores.
“Si no avanzamos en el desarrollo del almacenamiento energético, la flexibilidad en la demanda y la búsqueda de un mix renovable equilibrado, lo que vivimos en abril (el precio eléctrico mensual más bajo de la historia) podría convertirse en tendencia”, ha dicho Gómez Ramos.
El director general de APPA, José María González Moya, ha abundado sobre el particular: "estamos viendo cómo ciertos bancos están dejando de financiar con el mismo entusiasmo que antes ciertos proyectos renovables. Y ahora están planteándole mayores exigencias a los promotores. A los promotores, cuando van a solicitar un crédito para financiar un proyecto, se les suele exigir que pongan una cierta cantidad de equity, de fondos propios... pues bien, esas exigencias son cada vez mayores, y vienen un poco de la mano de las incertidumbres que hay en torno al precio al que vas a poder vender el megavatio hora que produzca tu instalación. Y estamos viendo que la financiación va a ser una barrera en los próximos años".
El momento no deja de ser en todo caso "dulce", ha concluido Moya, literalmente: "momento dulce", a pesar de esas trabas y/o incertidumbres. Y así efectivamente lo explicita el propio Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España, informe que "confirma (página 7) la buena salud del sector renovable nacional: un sector que (...) aporta 16.495 millones de euros a la economía española (1,13% del PIB) y emplea a 127.576 personas, 81.897 de forma directa".
Bajo estas líneas, obsérvese cómo la aportación al PIB nacional del sector renovable registrada en los años 21, 22 y 23 (trienio dorado) es entre un 56% y un 110% mayor que la aportación registrada en 2017. Pocos sectores pueden presumir de ese crecimiento en los últimos seis años, de pandemias, guerras y crisis... energéticas.
Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España