El exministro de Fomento José Blanco, ahora diputado en Bruselas integrado en el grupo europeo socialista y ponente de la propuesta de revisión de la Directiva de Energías Renovables, presentó ayer en Madrid, someramente, algunas de las líneas maestras de su ponencia, que registró el pasado viernes en el Parlamento Europeo. La clave de esa ponencia, la elevación desde el actual 27 al 35% del objetivo renovable 2030. En el caso español, Blanco eleva un punto esa propuesta, hasta el 36%. Actualmente, en España es de origen renovable entre el 16% (fuente: UE) y el 17,3% (fuente: Gobierno de España) de la energía que usamos.
La propuesta de Blanco queda en todo caso por debajo del objetivo que propone el eurodiputado verde luxemburgués Claude Turmes, también presente ayer en la Oficina del Parlamento Europeo en Madrid, y ponente -junto al también eurodiputado Michele Rivasi- de la propuesta legislativa "sobre gobernanza de la unión energética": Turmes propone elevar el Objetivo Renovable actual (27) hasta el 45%. La tarea que se le ha encomendado a Turmes es, grosso modo, "crear un mecanismo de gobernanza para la Unión Energética que facilite la inversión e impida que los gobiernos nacionales erijan fronteras al libre mercado".
La propuesta del Parlamento a la revisión de la Directiva relativa a las Energías Renovables -que está perfilando Blanco- se presentará al Comité de Industria y Energía el próximo 21 de junio. Los eurodiputados de la comisión debatirán las propuestas el 4 de septiembre y presentarán su posición al plenario, tras una votación del Comité prevista para los días 11 y 12 de octubre. Es probable que el pleno vote alrededor del final del año.
Según la Fundación Renovables, "el objetivo vinculante para 2030 de un mínimo del 27% de energías renovables respecto al consumo final de energía es a todas luces insuficiente". Porque Europa gasta -apuntan desde la Fundación- demasiado dinero en importaciones energéticas (casi mil millones de euros cada día), lo cual supone una hipoteca de dimensiones formidables; y porque hay que evitar a toda cosa -por cuestión de mera supervivencia de la Humanidad- que la temperatura media global suba 2ºC y eso no va a ser posible si continuamos incrementando las emisiones de gases de efecto invernadero, algo que ha sucedido, según la oficina estadística europea Eurostat, en 16 de los 28 países de la UE en 2015.
El Objetivo 27 en el Horizonte 2030 es más insuficiente aún -insiste la Fundación- si lo comparamos con lo sucedido durante el período anterior (2007-2020): ese "es un objetivo mucho menos ambicioso -dicen desde la Fundación- que el salto dado con la anterior Directiva (pasar de un 6 a un 20% de penetración renovables en el periodo 2007-2020, frente al incremento solo de 7 puntos para la próxima década)".
El Objetivo UE 2030 de Reducción de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero es de un -40% con respecto a las emisiones registradas en 1990. Y está claro que cuantas más energía extraigamos de las fuentes renovables, menos combustibles fósiles -carbón, petróleo, gas- habremos de quemar. Más de la mitad de los Estados europeos (incluida España) aún no ha alcanzado el Objetivo Renovable 2020 (20%).
Por otro lado, la Unión Europea se ha impuesto un objetivo de eficiencia energética de un 30% de aquí a 2030 (el Parlamento pide un 40%). Para ello, el sector de los edificios es clave, puesto que representan el 40% del consumo energético. La oportunidad está ahí: la Unión Europea estima que "se crearán más de 4 millones de empleos en toda la UE gracias a la eficiencia energética y las energías renovables".
Greenpeace ha valorado positivamente la propuesta de Blanco, como ponente-representante del Parlamento Europeo, de aumentar la cuota de energías renovables al menos el 35% para 2030 en la Unión Europea (UE), así como fijar objetivos vinculantes para cada Estado miembro e ilegalizar medidas como el impuesto al sol (iniciativas ambas que también ha adelantado Blanco). La organización ecologista ha recibido con especial satisfacción la mencionada propuesta de eliminación de los impuestos y cargas que dificultan que las personas puedan producir y consumir su propia electricidad, como el controvertido “impuesto al Sol” que el Gobierno español estableció en 2015.
Según la responsable de la campaña de Energía de Greenpeace, Sara Pizzinato, "es muy positivo que el Parlamento Europeo vuelva a abrir el debate sobre los objetivos de clima y energía para 2030 -insuficientes- que había planteado la Comisión Europea y sobre la necesidad de exigir que cada país haga su parte para luchar contra el cambio climático con objetivos nacionales vinculantes". Pizzinato ha explicado que "las energías renovables se encuentran entre las más baratas de Europa, y la propiedad descentralizada de la generación renovable permite a las comunidades desconectarse de un pasado contaminante de carbón y nucleares, al tiempo que maximiza los beneficios de producir y consumir energía localmente”.
Greenpeace valora negativamente sin embargo otra de las propuestas de Blanco, la referida a que se aumente el papel de las subastas en la asignación de los incentivos a las energías renovables. Según la oenegé ecologista, "esto obligaría a las cooperativas de energía a competir en condiciones de desventaja con grandes empresas eléctricas para obtener incentivos gubernamentales". Greenpeace también ha criticado las declaraciones del secretario de Estado de Energía del Gobierno de España, Daniel Navia, presente en la jornada. Navia ha defendido el carbón como parte del mix energético. El carbón es, de entre los combustibles fósiles (petróleo, gas, etcétera) el más contaminante de todos.
Datos UE facilitados por la Oficina del Parlamento Europeo en España
• La UE es el mayor importador mundial de energía: la Unión importa el 53% de su energía (el 90% del petróleo que usa; el 66% del gas; y el 42% del carbón).
• La dependencia energética le cuesta le cuesta a la Unión Europea 350.000 millones cada año, según la Comisión Europea.
• El país de la UE más dependiente es Chipre (importa el 98% de su energía) y el menos es Estonia (importa un 7%). España importa el 73% de su energía.
• Los sectores que más energía consumen son: transporte (33%), residencial (25%), industria (25%), servicios (14%) y agricultura (2%).
• El país que emite más gases de efecto invernadero es Bulgaria; el que menos, Finlandia.
• Suecia es el país que más energía renovable utiliza (el 54%) y Luxemburgo el que menos (solo un 5%). En España la cifra es del 16%.
• El país que más paga por la electricidad es Dinamarca y el que menos Bulgaria (España es el 7° país que más paga por su electricidad).
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