El Consejo de Ministros del pasado 15 de diciembre aprobó un anteproyecto de ley que prevé la creación de un Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, una ley que fuentes ministeriales han calificado de "reforma estructural". Lo que grosso modo plantea esa medida es sacar las ayudas a las energías renovables de la factura de la luz (las coloquialmente conocidas como primas son ahora costeadas, vía factura, por todos los consumidores) y que sean otros "sujetos obligados" quienes las costeen. La propuesta que hace el Ejecutivo en su anteproyecto es que, a partir de ahora, las primas a las renovables (algo más de 5.500 millones de euros, M€) y a la cogeneración, o sea, al gas (algo menos de 1.500) sean costeadas por las comercializadoras de gas y de electricidad; los operadores de productos petrolíferos al por mayor; los operadores de gases licuados de petróleo al por mayor; y los consumidores directos (al por mayor) de los productos anteriores. ¿Resultado de sacar de la factura ese coste e imputárselo a esos nuevos "sujetos obligados"? Una bajada del precio de la luz del 13%, según el Gobierno. Pues bien, sobre esa "reforma estructural" escribe hoy, en exclusiva para Energías Renovables, el portavoz del Foro para la Electrificación, Juan Virgilio Márquez.
Un paso más hacia la descarbonización
«La electricidad ha demostrado ser la vía para la descarbonización. El sector eléctrico es el que más ha reducido sus emisiones hasta la fecha y el que más va a hacerlo a lo largo de la próxima década por su capacidad de integrar energías renovables. En concreto, en 2030 el 80% de la producción eléctrica estará libre de emisiones y este porcentaje será del 100% antes de 2050.
Sin una mayor electrificación de nuestra economía será imposible lograr los objetivos de descarbonización. Es una ecuación incuestionable, ya que se trata de combinar la utilización de tecnologías ya maduras y competitivas, con el poco tiempo disponible para poder cumplir los objetivos climáticos.
Gracias a la electrificación se puede mejorar la calidad del aire de las ciudades, la competitividad de las economías domésticas y empresariales, la eficiencia energética, reducir la dependencia energética del exterior y obtener un beneficio ambiental al reducir las emisiones producidas por los combustibles convencionales.
La apuesta de nuestro país por las energías renovables nació hace ya más de 20 años como un compromiso colectivo con una visión: la descarbonización, la competitividad económica y el liderazgo tecnológico; y los esfuerzos realizados para llegar hasta hoy en día permiten disfrutar a toda la sociedad de múltiples beneficios en diversos ámbitos: climáticos, económicos, sociales, tecnológicos, de vertebración territorial, etc.
Se han desarrollado sectores económicos e industriales de primer orden mundial, se han perfeccionado y consolidado unas infraestructuras eléctricas con tecnología y un diseño de despliegue que permite hacer llegar la energía eléctrica a cualquier lugar de nuestro país con una calidad de servicio que es referencia internacional; y se ha creado toda una cadena de valor de la electricidad con sello “made in Spain” que exporta conocimiento y productos a nivel global.
Teniendo esto en consideración, es más que evidente la necesidad de apostar por esquemas de país que garanticen un impulso decidido a la electrificación como vehículo imprescindible para lograr la descarbonización. Nuestro país se ha convertido en un gran experto en competitividad de la electricidad para lograr la descarbonización. Por eso, debemos aprovechar dicha especialización y competitividad ahora más que nunca.
Sin embargo, si hablamos de esfuerzos, hasta la fecha, ha sido el consumidor eléctrico quien ha venido soportando, en exclusiva, los esfuerzos adicionales que requerían las energías renovables para avanzar hacia la descarbonización, que es un objetivo de todos.
En esta línea, el Anteproyecto de Ley para la creación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico avanza en la buena dirección para solucionar este problema, siendo coherente con el proceso de descarbonización al involucrar a todos los agentes energéticos (diferentes energías y consumidores) para alcanzar los objetivos de la transición energética hacia una sociedad más sostenible y descarbonizada. El Anteproyecto de Ley traslada el mensaje de que no sería lógico continuar penalizando a la electricidad, el sector que más descarbonización ha conseguido, porque de este modo no se genera el efecto de cambio que todos queremos.
Y es que el Fondo plantea el reparto de los costes de las renovables, la cogeneración y los residuos entre todas las fuentes de energía. Esto supone repartir el esfuerzo realizado para descarbonizar nuestra economía entre todos los agentes que consumen energía para sus procesos o para su vida diaria y, a su vez, da un empuje a la única alternativa viable para hacer que nuestro consumo energético sea descarbonizado: la electricidad.
Además, la creación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico es una buena noticia para el consumidor. La electricidad es un servicio esencial en los hogares, por lo que reducir su coste permitirá que el ciudadano mejore su economía reduciendo un gasto del que no puede prescindir y reciba una señal clara del tipo de energía por la que debe apostar – la electricidad -, fomentando el consumo de aquellos usos energéticos como el vehículo eléctrico o la bomba de calor. De este modo, además de ganar eficiencia y competitividad doméstica, contribuirá al proceso de descarbonización de nuestra sociedad de la forma más eficaz y eficiente posible.
En un primer momento, el efecto, si no es directamente positivo, será neutro para el consumidor, porque bajará el precio de la electricidad pudiendo subir el de los hidrocarburos. Sin embargo, al hacer que la electricidad sea cada vez más barata – se anuncia una rebaja del 13% en los próximos 5 años –, se motivará el cambio paulatino hacia los usos eléctricos de algunos procesos que no lo eran (calefacción y transporte principalmente), generando una reducción indiscutible en la factura energética.
Por tanto, este mecanismo aporta una señal de precio adecuada para que los consumidores actúen de forma coherente con la consecución de los objetivos de descarbonización. Y lo mismo sucede para las empresas, que podrán apostar por la electricidad gradualmente si sus procesos productivos lo permiten.
De esta forma, el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico supone un impulso para el proceso de transición energética, el abaratamiento de la factura eléctrica para el consumidor, la sostenibilidad financiera del sistema eléctrico y la descarbonización del país, y proporciona señales claras para la necesaria electrificación de la economía, aportando la certidumbre, sostenibilidad y equilibrio al sistema eléctrico, lo que permitirá la movilización de las inversiones necesarias en los próximos años.
Porque sin mayor electrificación no llegaremos a los objetivos de descarbonización, y alcanzar la neutralidad climática en 2050 es una necesidad y un compromiso adquirido a nivel nacional y europeo que engloba a toda la sociedad».
Juan Virgilio Márquez, portavoz del Foro para la Electrificación
Sobre Foro para la Electrificación
El Foro para la Electrificación nace en 2018 como una plataforma que agrupa a aquellas organizaciones que promueven el papel de la electrificación como imprescindible y como la forma más eficiente para descarbonizar la economía y sociedad española. Está formado por asociaciones empresariales del ámbito de la energía que apuestan por la electrificación: asociacion nacional de productores de energía fotovoltaica (Anpier), Unión Española Fotovoltaica (UNEF), Asociación de Representantes en el Mercado Ibérico de Electricidad (Armie), Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos de Alta y Media Tensión (Afbel), Asociación Empresarial Eólica (AEE), Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (aelēc), APPA Renovables, Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive), CIDE (asociación de cerca de 200 pequeñas distribuidoras-productoras de energía eléctrica), Feníe (Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones de España), Asociación de Empresas Eléctricas (Aseme) y Asociación de Consumidores de Electricidad (ACE). El Foro trabaja para "situar la contribución del sector eléctrico en el centro de la futura política energética y medioambiental y adoptar cuanto antes las medidas necesarias para mitigar las emisiones, mediante el uso responsable de la energía y la mayor utilización de los recursos renovables".